El escritor Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, no es un ser extraño a la República Dominicana, pues además de haber sido distinguido anteriormente por el Poder Ejecutivo (2010), fijó residencia en el país que ahora le otorga el premio Internacional Pedro Henríquez Ureña.
Lo vincula al país el haber escrito la novela La Fiesta del Chivo, llevada incluso al cine, y en la que narra la oprobiosa dictadura de Rafael Leonidas Trujillo. Esta obra le trajo malquerencias con sectores que estuvieron vinculados a aquel régimen y que en la obra literaria son retratado a a través de personajes de fisión.
Vargas Llosa, por ejemplo, fue condecorado por el presidente Leonel Fernández en el 2010, con la orden heráldica Cristóbal Colón en el grado Gran Cruz Placa de Plata. La disposición está contenida en el decreto 708-10, el cual resalta en sus considerandos que los altos merecimientos del señor Mario Vargas Llosa, escritor, ensayista, dramaturgo y periodista peruano, son por sus valiosos aportes a la literatura universal.
En aquel acto celebrado en el salón de embajadores del Palacio Nacional, estuvo presente la primera dama hoy vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño de Fernández; la esposa del escritor, Patricia de Vargas, así como sus hijos y nietos.
En esa ceremonia, Fernández dijo sentirse orgulloso de que Vargas Llosa haya sido reconocido con el Premio Nobel de Literatura 2010, porque en República Dominicana se sintió como un premio propio. “Es un premio que interpreta el sentir de nuestros intelectuales. Aquí esperamos durante 20 años. Cada año a la hora de reconocerse el Premio Nobel, estábamos atentos si salía el nombre de Mario Vargas Llosa, por el nivel de influencia que ha tenido el escritor en el país durante las últimas décadas”, agregó.
Destacó Fernández que la novela de Vargas Llosa, “La fiesta del chivo”, contribuyó a darle notoriedad y visibilidad a la República Dominicana a nivel mundial.
“De manera que es un testimonio de gratitud que tenemos hacia don Mario Vargas Llosa, que escogiese un tema dominicano, universalizarlo y darle presencia a este pueblo, no sólo en el mundo de las letras, sino en el de la curiosidad universal”, dijo.
“Nos sentimos profundamente orgullosos de usted, profundamente honrado de que pueda compartir con nosotros la nacionalidad de la Patria grande de América Latina”, puntualizó.
LO QUE DIJO VARGAS LLOSA
Vargas Llosa ya había fijado domicilio en República Dominicana, -habia adquirido un bien en Juan Dolio-, dijo antes el reconocimiento recibido que se sentía dominicano por el afecto que ha recibido, "pero ahora ese sentimiento es mayor luego de escuchar las palabras del ministro de Cultura, José Rafael Lantigua, quien también habló en el acto y resaltó los méritos del escritor", reseña el Listin Diario.
Manifestó que “La fiesta del chivo” fue un libro muy difícil de escribir, pero una aventura fascinante porque pudo adentrarse en las entrañas de un fenómeno que han padecido casi todos los países latinoamericanos; como el de la dictadura.
“Esa novela ha sido para mí una de las mayores satisfacciones que he tenido en la vida como escritor. Fueron muchas las dificultades que tuve que vencer, pero también por la extraordinaria generosidad de tantos dominicanos sin la cual jamás hubiera podido realizarla”, dijo ante al auditorium.
Reflexionando en torno A la fiesta del Chivo señaló que ese libro es sobre el presente y el futuro, sobre lo que no debe volver a ocurrir y agregó que desde que lo escribió su vida ha estado “enredada” con la República Dominicana donde ha venido una y otra vez por distintas razones.
Expresó que en el transcurrir de esos años ha visto con alegría y con profunda satisfacción personal, cómo este país ha ido derrotando ese pasado de violencia, injusticia y horror.
Dijo que ha visto con satisfacción como este ha ido fortaleciendo sus instituciones democráticas y prosperando económicamente, lo cual ha permitido que la República Dominicana de hoy día esté a años luz de ese mismo país que conoció hace 36 años.
“Este país es uno de los pocos ejemplos que tenemos todavía en América Latina, de cómo adoptando la cultura democrática, reforzando las instituciones y aprovechando el ejemplo, han podido derrotar a la pobreza y progresar”, precisó.
LA HOSPITALIDAD DE LOS DOMINICANOS
“Se puede ir derrotando al subdesarrollo creando una clase media creciente que dé estabilidad y seguridad a las instituciones, y todo eso ha venido ocurriendo en este país que ya no solo yo lo siento como mío, sino también mi familia que parece a punto de invadir esta nación”, agregó en tono de chiste Vargas Llosa.
Vargas Llosa destacó que una de las grandes virtudes dominicanas que admira es el sentido de la hospitalidad de sus gentes, la manera tan generosa de abrir los brazos a quien pisa sus suelos y hacerlos sentir dominicano. Dijo que su primer contacto con la República Dominicana fue con Pedro Henríquez Ureña, a quien conoció cuando era estudiante universitario en Lima, Perú.