El hombre como animal político se caracteriza por la búsqueda del poder, algunos lo obtienen dentro de las más diversas circunstancias, logrado este objetivo se adhieren al mismo,y lo consideran como parte indisoluble de su existencia, independientemente de sus dones personales y dimensiones humanas, ellos se consideran predestinados entre sus iguales, es un sentimiento patológico y desenfrenado por el que están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias.
La República Dominicana, ha sido un teatro político donde se pone en escena la reelección presidencial según las conveniencias de los partidos políticos y sus líderes. El último presidente en intentarlo es Danilo Medina, quien estigmatizó la reelección con frases que hoy forman parte de la fraseología política criolla, no obstante ahora la busca porque cuatro años son insuficientes para realizar su proyectada obra de gobierno, bajo el epígrafe infinito de "Hacer lo que nunca se ha hecho".
La sociedad en su conjunto bajo la égida de los gobiernos peledeistas sufre un deterioro caracterizado por el relajamiento de las instituciones del Estado y el descalabro del sistema de justicia, creando una sensación colectiva de ruptura entre la autoridad moral que dirige la cosa publica y los súbitos, por lo que el discurso político del soberano como elemento persuasivo y creador de nuevas ilusiones de bienestar colectivo ha perdido efectividad, por lo que recurre a proyectar una imagen paternalista como Jefe del Estado, recurso usado por todos los presidentes reeleccionistas.
El domingo 31 de enero, me senté frente al televisor y asistí como espectador a la proclamación del presidente Medina, le confieso que fue un acto político donde se percibía la mecánica del poder y el "Estado como botín de guerra que une y ata ha algunos por oportunismo y a otros por el temor de sus capacidades miserables de maldad", todos vimos el rostro patético de un hombre con timbre de líder y grandeza intelectual, como áulico de un discurso carente de la razón, para justificar la continuidad en el poder, que no fuese por el morbo y la locura del poder que seduce a los seres humanos.
El presidente Medina, consciente de su pobre obra de gobierno recurrió a exhibir como su logro más importante las llamadas "Visitas Sorpresas", las cuales reflejan una carencia de política de estado concertadas hacia esos sectores excluidos, y parece como si se tratara de una escena propia del realismo mágico de Garcia Márquez, la llegada del Soberano a una reunión con personas humildes, y como administrador de la cosa publica, le otorga un micro crédito, eso más que una política solidaria, que la puede realizar un Gobernador Provincial es una política clientelar y populista muy atrasada, sobre todo en estos tiempos que la dinámica de los países intentan impulsar la innovación tecnológica y hacer eficiente el aparato productivo nacional frente a la desaceleración de la economía de nuestra región.
En mis años de estudio en Europa, recuerdo que estaba de moda a mediado de la década del 80, Michel Foucault quien había fallecido en París, 25 de junio de 1984, quien fue un historiador de las ideas, psicólogo, teórico social y filósofo francés, desarrollo el análisis del fenómeno que llamó "La microfísica del poder", mediante el cual se fortalece el poder de la autoridad en los estratos sociales excluidos como contra partida de la pérdida del favor de los sectores pensantes, y como se ganan las elecciones con votos, no con discursos y los de abajo son más la ecuación electoral parece perfecta.
El poder social da poder político, obvio esto no se fundamenta en formas jurídicas, sino en maniobras políticas partidistas en la que se invierte el dinero del Estado de forma paternalista, Foucault lo define como el subpoder, "una trama de poder microscópico, capilar", que no es el poder político ni los aparatos de Estado ni el de una clase privilegiada, sino el conjunto de pequeños poderes e instituciones situadas en un nivel más bajo.
Es necesario que surja un gobierno que no precise de estas sutiles maniobras para obtener capital político debe establecer políticas sociales que cubra todo el tejido social microscópico del pueblo dominicano como política estatal.
Yo me pregunto: ¿Que vamos a reelegir? ¿Cual es la agenda de desarrollo nacional? ¿Que ha hecho la actual administración por ciudades y regiones, por ejemplo Santiago que es la locomotora del Norte, La Vega, Moca , la línea Noroeste y el Nordeste del país, incluyendo a su capital San Francisco de Macorís? ¿Cual es su política de preservación del medioambiente y conservación de las riquezas nacionales? ¿ Continuarán depredando los ríos y rompiendo el corazón verde de las cordilleras dominicanas con carreteras ilegales y el presidente y su ministro de medio ambiente hacen mutis frente a estos crímenes ecológicos? Si el pueblo dominicano no se hubiese empoderado para salvaguardar a Loma de Miranda, estos barbaros la hubiesen entregado al poder extranjero para su explotación. ¿Para qué desea ser presidente, para ser contemplativo con la corrupción y corruptos? ¿Para seguir con la venta a sobre precio de los combustibles? ¿Para que continúe el deterioro nacional de las instituciones públicas y subastando de partidos políticos y sus líderes con favores de gobierno? Hoy vivimos en un país inseguro, donde un ciudadano que va a su trabajo no tiene la certeza que llegará al mismo o al hospital y peor aun al cementerio.
La reelección será total, presidente, senadores, diputados y funcionarios. Continuaremos con la justicia más corrupta a nivel global aceptado por los jefes del poder judicial dominicano. Reelegiremos más bonos, que es igual a dinero inorgánicos, más deuda externa, la crisis e incapacidad del sistema sanitario dominicano y la dictadura del comité político del PLD. Que no solo afecta la democracia política, que pierde calidad día tras día y afecta la agenda de desarrollo nacional.
Debo insistir que se ciernen graves amenazas sobre la democracia si se entroniza una dictadura de partido en República Dominicana, por lo que urge que Alianza Pais, La Convergencia por un Mejor País, PRSD, La Fuerza Nacional Progresista y otras fuerzas se unan, hay que ver el ejemplo de Venezuela, donde la oposición obtuvo un gran triunfo electoral. La unidad nacional de la oposición debe estar por encima de los intereses particulares de sus actores.