SANTIAGO.- El sector forestal juega un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático debido a que, como los árboles capturan dióxido de carbono (CO2), opera como sumidero de emisiones de gases de efecto invernadero que están sobrecalentando el planeta. De ahí la importancia de poner en operación instrumentos como el Mecanismo de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de Bosques (REDD) para evitar que la temperatura global continúe en aumento.
Así lo resaltó el vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático y el Mecanismo de Desarrollo Limpio, Omar Ramírez Tejada, al ofrecer una conferencia con el tema El cambio climático y el sector forestal en la República Dominicana, en el marco de la asamblea ordinaria de la Cámara Forestal Dominicana correspondiente a 2016. La actividad se desarrolló en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, recinto de Santiago.
El funcionario informó que mientras en el mundo las emisiones que genera el sector forestal equivalen al 18 por ciento, en el país ese porcentaje apenas alcanza el 6 por ciento, lo que se explica porque desde 1997 a la fecha la reforestación se ha convertido en una política de Estado, mediante el desarrollo de un modelo de trabajo que se ha difundido a nivel nacional.
Entre otros beneficios del programa de reforestación nacional citó la mejoría de las áreas de influencia de las principales presas y cuencas del país, haber beneficiado a miles de productores y productoras del campo, la generación de fuentes de ingresos en las comunidades más pobres del país a través del pago de jornales a las brigadas, y haber fomentado la industria forestal privada y comunitaria.
Ramírez Tejada también resaltó el rol de la mujer, que en el desarrollo de ese programa ha sido mejor valorizada y visualizada, quedando de manifiesto sus capacidades innatas de liderazgo y organización.
Refirió que las potencialidades del sector forestal, tanto en la generación de riquezas como en la reducción de emisiones, están contenidas en Plan de Desarrollo Económico Compatible con el Cambio Climático (Plan DECCC), en el que se plantea como aspiración a 2030 generar unos 8,000 nuevos empleos, expandiendo el programa de reforestación, incrementando las capacidades de prevención y control de incendios e involucrando a las comunidades en actividades de mejora de la productividad agrícola.
Dijo que el Plan DECCC también se propone la ejecución de programas de extensión de apoyo a pequeños productores y sus comunidades, mejorar la productividad agrícola, implementar un programa de zonificación y planeación territorial, reducir la producción de carbón, en particular en la frontera con Haití, incrementar la producción local sostenible de madera, eliminar por completo los incendios forestales por causas humanas a través de la aplicación efectiva de la ley, así como la implementación de un programa de prevención y control de incendios.
Ramírez Tejada citó como un obstáculo para el desarrollo del sector forestal la ausencia de una ley, por lo que exhortó a los miembros de la Cámara a asumir un rol más activo e impulsar el proyecto de Ley Forestal que lleva 15 años en debate sin que haya sido aprobado.
En otro tenor, el vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático resaltó que uno de los nichos de mercado de ese sector, en el marco de una economía baja en emisiones de gases de efecto invernadero, es el de la biomasa.
Informó que en el país existen por lo menos cuatro empresas que ya han hecho la conversión para utilizar biomasa en parte de su proceso productivo, por lo que están necesitando suplidores de aserrín de madera y otros residuos para mantener permanentemente encendidas sus calderas.
En la actividad estuvieron presentes los directivos de la Cámara Forestal José Rafael De Moya, presidente; Freddy González, vicepresidente; Carmen Serrata, secretaria; Humberto Checo, director ejecutivo, y decenas técnicos del sector y productores forestales que pertenecen a organización.