Por Horacio Nolasco.- Félix Fermín fue nombrado ayer dirigente de las Águilas Cibaeñas para el venidero torneo 2016-17, lo que será una prueba de fuego para el capataz más ganador en la historia de la LIDOM.
Lo de prueba de fuego es más que válido para un dirigente con la prosapia de Félix Fermín. Las Águilas están en una sequía de campeonatos, pues su último título se remonta al 2007-08, precisamente bajo el mando de Félix. A los ocho años sin ganar un campeonato debemos sumarle las diferencias entre algunos directivos del conjunto 20 veces campeón, quienes han lavado sus trapos sucios a la vista de todos.
La carrera del Gato no está en su mejor momento, incluso es un nuevo matrimonio después de otro divorcio con sus amadas Águilas. En el 2014-15 estuvo dirigiendo en Venezuela donde no le fue nada bien y en el verano 2015 renunció del puesto con el equipo de Ciudad Del Carmen de la Liga de México. En el otoño-invierno recién finalizado ya es conocida su historia con los Toros del Este. Fue contratado por dos temporadas y no pudo finalizar el primer año.
Ha dirigido en nuestro béisbol desde el torneo 2000-2001, casi todo el tiempo con las Águilas, salvo el año en Venezuela, en el 2009-10 y 2010-11 con los Gigantes más su frustrada intervención a medio tiempo con los Toros. Un dato importante es que en quince años que lleva dirigiendo en nuestro béisbol sus equipos han clasificado en cada temporada.
Fermín es el manager con más campeonatos LIDOM (5), agregando tres Series Del Caribe. Todos esos lauros los consiguió con las Águilas Cibaeñas, ganando las finales del 2001, 2003, 2005, 2007 y 2008. Fue subcampeòn en 2002, 2006 y en el 2010 con los Gigantes. Ganó las Series del Caribe del 2001, 2003 y 2007.
El maeño es un hombre de retos. Quizás se ve fácil que haya ganado esos cinco campeonatos con grandes equipos, pero ahí está el principal mérito de Fermín. Es sumamente complicado dirigir, y hacerlo bien cuando se tienen 30 jugadores con todos los egos del mundo y quienes por la más mínima cortada de ojo te arman un motín o una guerrilla. El Gato supo dirigir un equipo con material para formar dos novenas ofensivas, y sí que es complicado lidiar con tanto talento y tenerlos a casi todos conformes.
Fermín dirigió por vez primera a las Águilas de manera coyuntural, debido al disgusto de algunos jugadores con Tony Peña tras la Serie Del Caribe del 2000. Estuvo con las Águilas los siguientes nueve años de manera ininterrumpida. El torneo pasado volvió a las Águilas, quienes estaban en el sótano con 13-21. Los 20 veces campeones quedaron a 1.0 juego de los clasificados Toros y su record fue de 9 y 7, ganando los últimos cuatro partidos.
El Gato enfrentará, por lo escrito anteriormente, su prueba más difícil como dirigente otoño-invernal. Veremos que nos traerá octubre.
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