Seis personas murieron este jueves durante un atentado con una bomba por control remoto que fue explotada al paso de un vehículo militar al sureste de Turquía, hecho que ocurre un día después de un atentado terrorista en el centro de Ankara.
La acción es atribuida a organizaciones separatistas, han informado las autoridades que dijeron que el convoy militar pertenecía al servicio de carreteras para buscar minas.
Del atentado del miércoles fue responsabilizado un ciudadano sirio que al decir de las autoridades tiene relación con milicianos curdos. De acuerdo a los informes oficiales el ilegalizado Partido de los Trabajadores del Curdistán o PKK, un grupo curdo turco, cooperó en la ejecución del atentado con un sirio identificado como Sahih Neccar, indicó Ahmet Davutoglu durante una visita al jefe del Estado Mayor turco.
Las autoridades han detenido a nueve personas en relación con el ataque y trabajan para identificar a otras, añadió Davutoglu. El ejército turco, por su parte, indicó el jueves que sus aviones de combate habían realizado ataques transfronterizos contra posiciones rebeldes curdas en el norte de Irak unas horas después del atentado, atacando a un grupo de entre 60 y 70 rebeldes del PKK.
"Se ha determinado con certeza que este ataque fue obra de miembros de la organización separatista terrorista junto con un miembro de las YPG infiltrado desde Siria", dijo Davutoglu en referencia a la milicia curda siria Unidades de Protección Popular.
Nadie reclamó en un primer momento la autoría del ataque, en el que