La Romana.- Tres hombres y una mujer a los que el Ministerio Público acusó de haber secuestrado a un ciudadano estadounidense, durante un hecho ocurrido en la carretera que une a esta provincia con la ciudad de Santo Domingo, fueron condenados a 30 años de prisión.
El Tribunal Colegiado de La Romana dictó la pena máxima en contra de los nombrados Geovanny Pérez Robles (El Coronel), Daniel Pérez Robles, Sonia Pérez Robles y Emiliano Gagliardi, por haber éstos secuestrado al ciudadano Frank Gagliardi, en un hecho ocurrido el 26 de octubre del año 2012 en el citado lugar.
El Ministerio Publico de este distrito judicial, encabezado por la fiscal Reina Yaniris Cedeño Rodríguez, calificó el hecho en base a lo contenido en los artículos 265, 266, del Código Penal Dominicano, que sancionan la asociación de malhechores, así como los artículos 1, 2, y 3 de la Ley 583 que tipifica y sanciona el secuestro, solicitando y obteniendo contra los mismos la pena máxima de 30 años de reclusión mayor.
El expediente instrumentado por el Ministerio Público establece que la víctima vino al país en compañía de su hijo Emiliano Gagliardi invitado por éste para pasar unas vacaciones en la República Dominicana. Indica que posteriormente cuando éstos se disponían a viajar a la ciudad de Santo Domingo fueron interceptados por los demás imputados, quienes los detuvieron haciéndose pasar por agentes policiales.
Expresa que una vez detenido le hicieron creer que lo llevaban hasta un destacamento, siendo conducido hasta una casa vacía de concreto, abandonada. Una vez en la referida residencia los ya nombrados le informan al señor Frank Gagliardi que se trataba de un secuestro, procediendo a despojarlo de prendas y documentos personales, así como de sus tarjetas de crédito.
De igual manera indica que el día 28 del mes de octubre de ese mismo año, el nombrado Emiliano Gagliardi hizo acto de presencia en el lugar con unos medicamentos que habrían sido prescritos para su padre, y que los hoy condenados les manifestaron que el extranjero estaba detenido por molestar a chicas locales y que necesitaba 200 mil para pagar por los cargos imputados, más 20 mil dólares para pagar los gastos de un abogado que había sido contratado para llevar el proceso legal, tras lo cual la víctima tuvo que firmar unos documentos en los cuales daba el poder a su hijo para acceder a sus cuentas de banco.
Detalla que el 14 de diciembre de ese mismo año, fue trasladado hasta un motel por parte de los captores, siendo buscado por su hijo Emiliano Gagliardi al día posterior, desde donde partieron hacia Boston, diciéndole en el camino el nombrado Emiliano Gagliardi a su padre que no comentara a los demás miembros de la familia sobre el incidente.
Señala que Frank Gagliardi una vez llegó a Boston, le solicitó a su hijo Emiliano copia de los documentos firmados, cosa a la que él se negó, por lo que la víctima se dirigió hasta el banco, donde descubrió que los cheques que él había firmado fueron pagados y depositados en la cuenta de una nieta hija de Emiliano.