En su búsqueda de la empatía, la red social desechó la idea de añadir un pulgar hacia abajo y se decantó por sumar al ‘me gusta’ cinco nuevas reacciones.
Facebook no está poblado únicamente por vídeos divertidos, frases alentadoras o fotos llenas de filtros favorecedores. También hay estados tristes, enlaces indignantes, situaciones trágicas, denuncias sociales…en definitiva, contenido que para la mayoría de los usuarios no merece ser aprobado por el clásico pulgar hacia arriba.
Por ese motivo, las peticiones de un botón ‘no me gusta’ para poder expresar disconformidad con ciertas publicaciones no tardaron en llegar a los oídos de Mark Zuckerberg. Y las escuchó. Pero no ha respondido tal y como muchos esperaban.
La mayor red social del mundo ha decidido ampliar la gama de reacciones que pueden suscitar las miles de noticias, opiniones o instantáneas que se comparten cada día y ha añadido cinco nuevos emoji que se unen al clásico e imperecedero ‘me gusta’.
Ahora una publicación nos puede encantar (sentimiento que se muestra con un corazón), enfadar, divertir, entristecer o asombrar (en cuyo caso, lo expresaremos con los conocidos smileys amarillos).
Eso sí, de momento no están disponibles para todos los que cuentan con un perfil en Facebook, si bien la compañía explicó hace unas semanas que su intención es que en breve lleguen a toda la comunidad.
La cuestión es compartir
No se trata de un cambio precipitado. El rey de los social media decidió hace ya bastante tiempo que el ‘me gusta’ se le quedaba tan pequeño como a muchos de sus usuarios, pero no por cuestiones de empatía.
El propio Zuckerberg resumió ante los accionistas lo que preocupaba a la compañía y lo que pretendía con la implantación de estos nuevos emoji: evitar que los usuarios dejasen de compartir contenidos.
“Si únicamente contamos con el ‘me gusta’ para mostrar una reacción y no hay una opción acorde a las publicaciones tristes o preocupantes de Facebook, puede que la comunidad se sienta menos cómoda compartiendo este tipo de contenidos. Queremos que todos puedan compartir todo lo que sea relevante para ellos, no sólo algo que pueda gustarle a sus amigos”, señaló.
¿Pero por qué emojis?
Para solventar ese problema, la solución más lógica era el esperado ‘no me gusta’ y, aunque hace meses muchos medios se hicieron eco de su llegada, lo cierto es que Zuckerberg no mencionó expresamente en ningún momento la creación de un botón con un pulgar hacia abajo,sino que siempre se refirió a una herramienta que mostrara empatía, algo que encaja perfectamente con la elección final.
Según explicó la compañía a través de su blog oficial, la némesis del ‘me gusta’ hubiera cargado de “negatividad” la red social y algunas personas podrían emplearlo para herir sentimientos o crear conflictos.
Facebook se decantó por los emoji tras estudiar las reacciones y comentarios más comunes entre los usuarios, según explica el CPO de la compañía Chris Cox, y trabajo sobre esos datos para ofrecer “una solución elegante y divertida”.
Eso sí, quien propuso utilizar los emoji fue, según explica la tecnológica, Adam Mosseri, ejecutivo encargado del news feed, cuyo equipo consultó a sociólogos y analizó la información recogida para seleccionar estas cinco reacciones que ya forman parte del universo Facebook.
Uno de los más repetidos y, por tanto, el que la red social siempre tuvo claro que estaría entre los nuevos ‘botones’, fue el corazón dada su abrumadora utilización ya fuera a través de stickers, palabras clave o el uso de los propios emojis en comentarios y estados.