Washington, 4 mar (PL) El hecho de que los aspirantes republicanos digan que apoyarán al candidato del partido en las próximas elecciones presidenciales mejora las opciones del multimillonario neoyorquino Donald Trump, indican hoy comentaristas.
El asunto llamó la atención en el turbulento debate realizado anoche en Detroit, región de los Grandes Lagos, donde Trump, los senadores Ted Cruz (Texas), Marco Rubio (Florida) y el gobernador de Ohio, John Kasich, no ahorraron pólvora en insultos y ataques personales.
Pese a la apremiante necesidad de encontrar una fórmula de unidad contra los demócratas y el presunto apoyo al nominado en Cleveland, Ohio, en julio, los hechos no muestran que los aspirantes cumplirán su promesa.
En esa línea se movió Rubio quien aseguró, durante el encuentro auspiciado por Fox News, que el actual favorito de los electores azules es el que tendrá el más pobre rendimiento ante la casi segura candidata demócrata, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton.
El apoyo "condicionado" a Trump si es el triunfador emergió como una necesidad pero, por ejemplo, Cruz manifestó que lo hará aunque seguirá manteniendo su linea de oponerse a todo en el Senado.
Kasich también lo aceptará aunque dijo que era un poco difícil que el multimillonario triunfara en las primarias.
Relevante fue la posición del favorito Trump, quien dijo que apoyará al seleccionado, incluso si no es él, lo que puede ser indicativo de que no se lanzará en una opción independiente luego de amenazar con ello si establishment mantiene la oposición y los ataques a su carrera.
Un grupo de legisladores republicanos plantean que no apoyarían Trump, mientras que operadores del partido hacen un esfuerzo desesperado en un bombardeo de mensajes radiales anti-Trump.
El diario The Hill al valorar ganadores y perdedores en el encuentro destaca el protagonismo de la moderadora de Fox News Megyn Kelly, quien mantuvo durante meses una disputa pública con el llamado "showman" republicano.
Tras ser blanco de ataques de todas lados, Trump emergió nuevamente como la figura protagónica aunque le dio munición a sus rivales para atacarlo, en especial porque algunos dicen suavizó su posición sobre el tema migratorio.
Mientras Cruz, tras ganar tres de los 11 estados del supermartes, consolidó su posición como alternativa partidista para detener al favorito y el debate, según analistas, le sirvió a la vista de los conservadores.
En la mayoría de los análisis, el senador Rubio fue el gran perdedor de la noche, sin valer los endosos y el apoyo del establishment, y ahora su permanencia en la disputa depende de que pueda ganar Florida el 15 de marzo, donde Trump lo supera en las encuestas.
El más notorio perdedor en el encuentro fue el establecimiento republicano que hasta ahora fracasó contra Trump, algo que según un comentario que publica el diario The New York Times, se debe a su propia falta de credibilidad y el desafío de su autoridad por gran parte del electorado rojo.
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