Sobre veinte mil puertorriqueños se vieron forzados a entregar sus vehículos a los bancos que los financian, debido a la precariedad económica en que se encuentran o porque decidieron emigrar, se conoció hoy.
Del 1 de enero al 31 de diciembre de 2015, según la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF), 20 mil 615 ciudadanos se debieron desprender de sus vehículos, casi imprescindibles para la cotidianidad en Puerto Rico.
La situación, vinculada en gran medida a la pérdida de ingresos y a la migración, representa un duro golpe para aquellas personas que dependen del automóvil para llevar el sustento a sus hogares, acción que se agudiza por el deficiente sistema de transporte público, aseguró el diario Metro.
De acuerdo con el periódico, aproximadamente mil 717 personas pierden sus autos cada mes y un promedio de 396 vehículos son incautados cada semana por las instituciones financieras por falta de pago.
Los datos de la OCIF arrojan que 2015 pasó a ser el cuarto año con el mayor número de reposesiones de vehículos ante la imposibilidad de abonar la letra mensual.
La cifra mayor de incautaciones bancarias de vehículos se produjo en 2014 con 23 mil 319 unidades, lo que representó un monto de 282 mil 181 dólares.
La economía puertorriqueña ha estado en declive por nueve años y el gobierno enfrenta una insuficiencia fiscal que le ha colocado a un paso de la insolvencia, por lo que no sorprende que en 2010 los ciudadanos tuvieran que entregar 21 mil 777 vehículos que no podían pagar, lo que representa 247 mil 751 dólares.
Esa cifra es similar a la de 2009 cuando las reposesiones bancarias alcanzaron 21 mil 732 automóviles por una suma de 282 mil 228 dólares.
"La gente se está quedando sin dinero, porque pierde el trabajo o porque le bajan horas; y el carro es uno de los pagos que se sacrifica cuando tienes otros gastos, como casa, comida, colegio", expresó el analista de mercados Gilberto Arvelo.
Atribuyó a la situación que los lotes de concesionarios se encuentren llenos de vehículos usados para la reventa.
Arvelo dijo que la elevada emigración de puertorriqueños hacia Estados Unidos y otros países, como la República Dominicana, es otro factor que fomenta el alza en las reposesiones, al igual que el hecho de que muchos concesionarios y bancos aprueban vehículos a personas que saben que no pueden pagarlos.
"Los concesionarios extienden pagarés por más de seis años con tal de que el banco apruebe el préstamo del carro", afirmó al explicar que nueve de cada diez personas que compran un automóvil firman el contrato en blanco sin saber cuánto pagarán y por cuánto tiempo. (Prensa Latina)