Más de un millón de brasileños se mmovilizpo este domingo para reclamar la renuncia de la presidenta Dilma Russeff, asediada por la crisis económica y las denuncias de corrupción contra su gobierno.
Los manifestantes culparon a Rousseff de una severa recesión que atraviesa el país y un escándalo de corrupción que envuelve también a su predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva.
Por su parte, la presidenta de Brasil ha dicho que no tiene intención de renunciar, pero sus oponentes esperan que tras la masiva manifestación se pueda logarar su destitución.
Rousseff enfrenta a cargos por fraguar los números del déficit presupuestario. Pero ella lo niega.
"Dilma afuera"