El presidente estadounidense Barack Obama arribó el domingo a La habana, luego recorrió el casco histórico de esa ciudad y este lunes es recibido en el Palacio de la Revolución por el presidente de Cuba, Raúl Castro.
Obama llegó al aeropuerto José Martí acompañado de su esposa Michelle Obama y sus dos hijas. El entusiasmo de la población es obvio. Los cubanos entienden que la presencia de Obama, y una comitiva de 40 personas, entre ellos legisladores. representa signos de cambios en las relaciones entre los dos países.
Se puede observar que calles y algunos de los vetustos edificios de La Habana han sido pintados. En cuatro día se presentan los Rolling Stones, algo impensado cuando hace unos años la música occidental era prohibida, comenta Voa Noticias.
"Pero la represión de las protestas y las violaciones a los derechos humanos en la isla, como lo vivieron el domingo las Damas de Blanco, continúan siendo parte de la vida diaria de los cubanos" sostiene el portal del gobierno de Estados Unidos.
También se reporta que previo a la llegada de Obama a La Habana, más de 50 personas fueron detenidas, incluyendo la líder del grupo Damas de Blanca, Berta Soler, acción que fue ejecutada por policías uniformados y de civil que patrullaron el área en torno al Parque Gandhi desde primeras horas de la mañana del domingo, a donde apareció el grupo de mujeres.
Las Damas de Blanco han defendido el fin de las detenciones arbitrarias. En años recientes, el grupo, compuesto de casi 200 mujeres de toda Cuba, francas oponentes al gobierno de Castro,se ha extendido a apoyar los derechos humanos. Las Damas de Blanco dicen que las detenciones y la violencia policial ocurren frecuentemente en las manifestaciones dominicales y cerca de sus casas y pueden durar horas o días.
La Casa Blanca dijo que la visita de tres días de Obama —la primera de un presidente en funciones desde que el 30º presidente de EE.UU., Calvin Coolidge, visitó la isla en 1928 a bordo de un barco de guerra— representa un nuevo comienzo en las relaciones entre los dos antiguos enemigos de la Guerra Fría, expandiendo la restauración formal de sus lazos diplomáticos que inició hace ocho meses.