Bagdad, 25 mar (PL) Al menos 29 iraquíes murieron y otros 60 sufrieron heridas hoy cuando un terrorista se inmoló en un estadio de fútbol de la localidad de Iskanderiyah (Alejandría, en árabe) en el sur de esta capital.
El ataque ocurrió esta tarde-noche en una pequeña instalación deportiva de ese poblado situado unos 50 kilómetros al sur de Bagdad, que registraba gran aglomeración de público que presenciaba el partido.
Los suicidas detonaron sus explosivos al concluir el juego y, según fuentes de seguridad, la mayoría de las víctimas son musulmanes chiitas, la confesión islámica predominante en Iskandariya.
Medios locales informaron que el autodenominado Estado Islámico (EI) se atribuyó la autoría de la deflagración, mientras las autoridades comentaron que ese grupo radical intenta sembrar el terror en otras regiones debido al embate que sufre por parte de tropas gubernamentales.
El portavoz del Comando de Operaciones Conjuntas Yahya Rasool destacó, por otro lado, que unidades del Ejército y de la policía federal iraquí apoyadas por combatientes de tribus sunnitas y kurdos Peshmerga recapturaron este viernes la aldea de Kubeisa, en la provincia occidental de Al-Anbar.
Ayer, las fuerzas leales a Bagdad anunciaron el inicio de una ofensiva de gran envergadura con apoyo de cazabombarderos de la coalición pro-norteamericana que les permitió reconquistar ocho aldeas al sur de Mosul, la capital de la demarcación norteña de Nínive y segunda ciudad de Iraq.
El mando castrense estadounidense estima que los extremistas del DAESH, acrónimo árabe de EI, han perdido en las últimas semanas el 40 por ciento del territorio que llegaron a ocupar en Iraq y cerca del 20 por ciento del que dominaron en Siria.
Según fuentes oficiales, las operaciones en torno a Mosul son apenas el preámbulo para avanzar sobre esa urbe, convertida en capital de facto del califato islámico que el líder del EI, Abu Bakr Al-Baghdadi, proclamó allí en junio de 2014.
Por otro lado, el influyente clérigo chiita Muqtada Al-Sadr concedió hoy un plazo de 24 horas al primer ministro iraquí, Haidder Al-Abadi, para que implemente las reformas anunciadas el pasado año por su gobierno, o amenazó con incrementar las protestas en Bagdad, tal como hizo la semana pasada.
Si el sábado no hay señales de medidas para combatir la corrupción, el gobierno enfrentará protestas callejeras, amenazaron miembros del movimiento Sadrista afín al clérigo radical que ya movilizó a sus simpatizantes en la fortificada Zona Verde de Bagdad.
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