En hechos ocurridos en Barahona, Samaná, Sánchez Ramírez, Azua y SJM.
La Policía informó que un hombre que murió electrocutado cuando se disponía a conectar un cable del tendido eléctrico en un poste de luz frente a su residencia en el Barrio El Alfa del sector Cassandra de la provincia Barahona.
La uniformada identificó al fallecido como el técnico Reynaldo Lara, de 62 años, a causa de politraumatismo por descarga eléctrica, según el diagnóstico del médico legista actuante.
Muerte rara de niña de dos años
Mientras que en la calle Principal del distrito municipal de Palo Alto de esa misma provincia, falleció por causas pendientes de autopsia, la niña Valery Daylenis Adames Escanio, de dos años, quien según su padre Lenin Onasis Adames Batista, de 28, se encontraba acostada en su residencia y despertó llorando, por lo que su madre le dio un biberón con leche, pero que repentinamente se desmayó, llevándola de inmediato a un centro de salud privado donde llegó sin signos vitales.
Abogado muere ahogado en playa Samana
En tanto que en otro hecho ocurrido en la provincia Samaná, falleció el abogado Máximo Junior Feliz Ríos, de 34 años, a causa de asfixia por inmersión, según el diagnóstico del médico legista actuante, cuando se bañaba las aguas de la Playa Rincón de esa ciudad, junto a sus amigos y familiares.
Muere de corrientazo en Cotuí
En ese mismo orden, en un hecho ocurrido en el municipio de Cotuí, provincia Sánchez Ramírez, falleció el obrero Francisco Javier Sánchez Cepeda, de 25 años, a consecuencia de shock eléctrico secundario por descarga eléctrica en dedos y mano derecha, así como en la región anterior del tórax, según el diagnóstico del médico legista actuante, que recibió cuando de acuerdo con la versión del hermano de la víctima Marino Antonio Sánchez Cepeda estaba en residencia instalando un toma corriente con un cuchillo, y recibió la descarga eléctrica que le produjo la muerte.
Niños de dos años muere afixiado en Azua
Asimismo, en el sector Quisqueya de la provincia de Azua, murió el niño Juan Lancelot Acosta Díaz, de dos años y tres meses de edad, hijo de la señora Marianela Isabel Díaz, de 50, a causa de insuficiencia respiratoria, edema agudo de pulmón y asfixia por ahogamiento, según el médico legista actuante.
De acuerdo a la versión la madre del menor, ésta se encontraba en la parte trasera de su residencia conversando con un vecino, pero al notar la larga ausencia del menor se fue a buscarlo y se percató que la tapa de la cisterna, la cual tiene unos 8 pies de profundidad, estaba abierta y llena de agua, con su hijo en ahogado en el fondo de ella. Según sus vecinos, el menor se encontraba jugando cerca de la cisterna con su hermanita, y fue cuando la señora Díaz pidió auxilio, el señor Miguel Ángel Muñoz, de 35 años, se introdujo y sacó del fondo de la cisterna al infante, quien dijo que al sacarlo le dio los primero auxilios pero ya era tarde.
Menor fallece ahogado en balneario El Eden
En otro orden, falleció el adolescente Junior Alcántara Méndez, de 14 años, a causa de asfixia por inmersión o sumersión, según el diagnóstico del médico legista actuante, cuando según sus familiares el menor salió para el balneario El Edén, del Río Yaque del Sur, pero que había dicho que se bañaría en otro lugar usando una máscara de pescar, desapareciendo por varias horas hasta ser encontrado en el referido sitio en las condiciones antes descritas.
Haitiano muere electrocutado en Herrera
Finalmente, en el sector El Abanico de Herrera, Santo Domingo Oeste, falleció el nacional haitiano Onel Guerrier, de 35 años, a causa de electrocución, según el diagnóstico del médico legista actuante, cuando de acuerdo a la versión de su concubina de la misma nacionalidad, Miledy Pacite, de 36, ella había escuchado un ruido, por lo que ambos se levantaron y vieron un cable eléctrico encendido en su residencia, de manera que al hacer contacto con dicho cable recibió la descarga que le produjo la muerte.
Su cadáver fue enviado hacia el Instituto Nacional de Patología Forense, mientras que los demás fueron remitidos a las Oficinas Regionales del INACIF en Azua y Santiago, respectivamente, para los fines de necropsia mandatorios.