Hay muertos que van subiendo
mientras mas su ataúd baja….
Manuel del Cabral
Claudio Caamaño Grullón, también se nos fue con su fusil envejecido de primavera. Así, la Patria deja de latir lentamente cuando muere un dominicano artífice del noble firmamento constitucional. Sentimos que se nos marcha la República con sus gestas gloriosas al Panteón Nacional. Es decir, lo entierran en el alma profunda de los hambrientos de esperanza, que residen en el manifiesto histórico: 1844,1965, 1973 y otras tantas epopeya libertarias. Claudio Caamaño, nunca negocio con el sudor de la pólvora ni con la pobreza de sus vecinos, pero hoy los políticos aspiran allegar al poder con la finalidad de traficar con la falda de la Patria.
Hoy la democracia está de luto, no de duelo
Una vez más, nos sorprendemos; ¡ ¡están muriendo los lazarillos
de la libertad!!
Nos jodimos, nuestro himno nacional se está quedando sin garganta, cuando sin decir adiós, las columnas que soportan un pedazo cristalino del Ozama y del Yaque , de repente, son corroídas por la cobarde inclemencia de la ignorancia política. Pero los héroes y mártires son perennes, no son devorados por el gusano iracundo de cavernas. ¡! Somos amantes de la Paz, somos la solidaridad, por un mundo nuevo…!!
Claudio Caamaño, murió frente al tiempo, nunca se les arrodillo a políticos (PLD-PRD) gobernantes que santificaron y glorificaron las acciones del sátrapa que gobernó la isla desde la sombra de su maldad.
Por eso el pueblo que bailo con él en callejones, calles y trillos de montañas, los recuerdan con reverencia a sus huellas, pinceladas de solidaridad, enfrentando hasta hace minutos, el clima de corrupción, mentiras de campañas y el saqueo político que predomina en esta falsa electoral 2016-2020, como de costumbre…
Sergio, desembarco sus ideas, junto a su primo el comandante del honor, Francisco Alberto Caamaño, Hamlet Hermann, Mario Nelson Galán, y otros baluartes/peldaños, que combatieron en la Cintura Montañosa de la Patria, con los principios de encender la noche en la madrugada del tirano (Balaguer y sus vampiros). Hemos visto su cuerpo firme, como una verde montaña, sin temor al silencio, desde su rígida moral del rostro, alzan vuelos recuerdos de utopías amantes de la Paz.
Claudio Antonio Caamaño Grullón, fue uno de los hombres que en varias oportunidades uniformo su vida con el muro tricolor de la Patria. Desde muy muchacho, miraba y observaba el desarrollo político de una dictadura encabezada por Rafael Leónidas Trujillo Molina.
Y este centinela, creció brechando el tiempo, impugnando aquellos actos de barbaries: torturas, vejámenes a la condición humana, y otros tipos de calvarios; en su juicio prematuro de la historia democrática nacional. Hasta que en el 1957, estudiando Ingeniería en la Universidad de Santo Domingo, hoy UASD, fue de las primeras células estudiantil que murmuraba al tirano del Caribe.
Claudio Caamaño (Sergio), en todo el incorruptible tránsito de su vida, lucho por la instauración de un orificio donde germinara el respecto a los derechos fundamentales de la vida en democracia. Se mezcló; ensacado de bandera, y con su nudo nacional en su cuello republicano, entre humo de raíces matinales en labios sin piel de consignas musculosas hambrientas de libertad.
Para que nunca jamás, volviera de su tumba electoral una
nueva Anaconda ´´Constitucional´´
Ya la Patria no existe, en su esencia, vivimos en un Orinoco polvoriento, diseñado en nalgas fronterizas de piratas. Estos ermitaños cazadores de fortunas han preñado de monstruos, la república. Así, por eso a cada instante se nos va envejecida, vestida de madera a su panteón nacional, al corazón popular. Hoy nos enfrentamos a un mafioso carnaval de miseria electoral 201-20, donde se venden y se compran sueños de mártires/héroes.
Claudio Caamaño, Francisco Alberto Caamaño, Rafael Tomas Fernández Domínguez, Hamlet Helmann, Manuel Ramón Monte Arache, Manuel Aurelio Tavares Justo. Defendieron el aposento alto de la Patria, aquellos plomizos instantes de la la guerra Patria, iniciada el Sábado 24 de Abril, como también se atrevieron en desafiar el anciano tirano de amapola, y regresaron para enfrentarlo de nuevo por Bahía de Oca el 2 de febrero de 1973, en la tarde. Éramos Francisco Alberto Caamaño Deñó (Román), Heberto Giordano Lalane José (Eugenio), Mario Nelson Galán Duran (Juan), Alfredo Pérez Vargas (Armando), Ramón Euclides Holguín Marte (Braulio), Ramón Payero Ulloa (Ismael), Toribio Peña Jaqués (Felipe), Hamlet Hermann Pérez (Freddy) y Claudio Caamaño Grullón (Sergio).
¡! Se nos desmaya la Patria en el hueco del dolor
Que descanse en Paz el alma de la Patria. Claudio Caamaño Grullón!!
Quien suscribe es periodista