Líderes de más de medio centenar de países se reúnen este jueves y viernes en Washington para discutir los desafíos que representa la seguridad nuclear, con un enfoque especial en la amenaza ante la posibilidad de que grupos como el autodenominado Estado Islámico obtengan acceso a material radioactivo.
Según el asesor adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, organizaciones como el grupo Estado islámico plantean una amenaza para la seguridad mundial, y esta cumbre ofrece una oportunidad para mejorar la cooperación internacional en la lucha antiterrorista.
La cumbre tiene como fin desarrollar una arquitectura global de seguridad nuclear para adoptar medidas que prevengan el uso de materiales nucleares y radiactivos con fines terroristas. El objetivo: resguardar unas 2000 toneladas métricas de material nuclear utilizable para desarrollar armas.
La cumbre tendrá cuatro eventos destacados. El primero será un encuentro trilateral de Obama con el presidente de Corea del Sur, Park Geun-hye, y el primer ministro de Japón, Shinzo Abe.
El tema: la amenaza nuclear de Corea del Norte.
El segundo encuentro destacado en agenda será una reunión bilateral de Obama con el presidente de China, Xi Jinping.
El tercer encuentro ocurrirá el viernes a primera hora. Obama se reunirá con los miembros del llamado grupo "P5+1″, integrado por Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, China, Rusia y Alemania, que lideró las conversaciones co Irán por el programa nuclear.
Por último, Obama presidirá una cena de trabajo con los jefes de Estado el jueves, y el viernes cerrará la cumbre con una conferencia de prensa.
El gran ausente será Vladimir Putin , para quien la agenda de la cumbre ya está agotada.
"Francamente, todo lo que hacen es aislarse a sí mismos", sentenció Rhodes.
El encuentro, en la capital estadounidense, se lleva a cabo bajo un estricto operativo de seguridad, que incluye el cierre de calles y estaciones de metro cercanas al Centro de Convenciones, y un amplio despliegue policial en toda la ciudad.