"No vamos a suspender nuestros servicios para ir a sembrar bananas. La gente comete errores. Nosotros también, así como nuestro Departamento de Cumplimiento. Pero eso no es la regla", dijo Mossack
Por Osvaldo Rodriguez Martinez
Panamá, 8 abr (PL) El abogado Jürgen Mossack, socio fundador del bufete legal Mossack-Fonseca, rompió su silencio tras el escándalo mundial que generó la obtención de expedientes de sociedades anónimas creadas por su firma, publicó hoy la prensa local.
"No vamos a suspender nuestros servicios para ir a sembrar bananas. La gente comete errores. Nosotros también, así como nuestro Departamento de Cumplimiento. Pero eso no es la regla", dijo Mossack al diario estadounidense The Wall Street Journal, desde su oficina en el área capitalina de Marbella.
"Nuestra marca necesita ser protegida. Sentimos que la mejor manera para eso es hacer las cosas nosotros mismos y no depender de otros", agregó, según la fuente.
Sara Montenegro, directora de Asuntos Legales de la firma, también habló para el periódico norteño y eludió referirse a las graves acusaciones internacionales sobre la supuesta conducta de la firma al vender sociedades presuntamente usadas con fines delictivos.
"El único crimen que ha sido probado es la violación a la privacidad", se quejó Montenegro sobre la sustracción de los archivos.
La procuradora panameña Kenia Porcell, confirmó a periodistas que a mediados de marzo, esa oficina presentó la denuncia sobre la sustracción de documentos de sus bases de datos, cuya investigación aseguró que está avanzada.
Prensa Latina habló con uno de los integrantes del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) quien participa en la investigación Papeles de Panamá, y tiene acceso a los documentos bajo estrictas medidas de seguridad.
"Tanto en público, como en privado, dos periodistas del diario alemán Süddeutsche Zeitung, explicaron que recibieron los expedientes de alguien cuya identidad no revelaron y decidieron compartirla con el ICIJ, pero todo se ha confundido al explicar esto", dijo el periodista bajo compromiso de anonimato, al cual lo obliga un contrato.
"La forma de trabajar nosotros es que cada cual busca en los millones de expedientes lo que interesa al medio para el cual labora, rastreando palabras claves, porque la información no está ordenada por categorías, ni países", afirmó la fuente.
La investigación de ICIJ es colectiva y se comparte entre nosotros lo que se encuentra y analiza, -dijo- pero después cada uno se enfoca a sus intereses, pero la búsqueda es de manera artesanal y a través de palabras que se nos ocurren, por ejemplo un nombre, sin una guía preestablecida.
"Tal vez haya cosas que no se vieron ahora y de aquí a cinco años pudiera salir una bomba", pronosticó y detalló que entre las medidas de seguridad están trabajar sobre una plataforma privada, con reglas muy rígidas de autenticación de usuarios y sus contraseñas.
La fuente anónima reconoció que "tal vez fuese un error ponerle Panamá Papers" a la investigación, por las implicaciones que ha tenido sobre el país.
Por su parte, ICIJ rechazó acusaciones de Wikileaks de que el trabajo estuviera coordinado por el Proyecto Reporte del Crimen Organizado y Corrupción (Occrp), y financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y el Fondo Soros, aunque admitió que Occrp era su aliado.
Pero en la web de la institución reconocen como donantes a Open Society Foundations, cuyo presidente es el magnate y especulador financiero estadounidense George Soros, y la Fundación Ford, con sede en Nueva York, además las fundaciones de los Hermanos Rockefeller y de la Familia Rockefeller.
La organización periodística funciona como un club al que sólo se entra por invitación de quienes ya lo integran, al decir de otro de sus miembros, el argentino Hugo Alconada, quien aseveró que ello no significa ser llamado para todas las investigaciones.