Santo Domingo, 18 abr (PL) Varios candidatos presidenciales opositores rechazaron los planes de reforma fiscal que hoy promueve el gobierno del presidente dominicano, Danilo Medina.
El aspirante a la presidencia por Alianza País, Guillermo Moreno, advirtió que no se debe discutir la creación de más impuestos hasta desmontar las estructuras de corrupción y clientelismo instalada por el actual gobierno.
Añadió que los planes de reforma fiscal de Medina podrían generar una crisis social y política entre los sectores más vulnerables que ven cómo suben los impuestos para financiar el déficit fiscal creado por el Gobierno.
Resulta una burla que amenacen con un nuevo paquetazo fiscal mientras se registran gastos de hasta 14 millones de pesos diarios (más de 300 mil dólares) a favor de la reelección, apuntó Moreno.
Recordó que el actual gobierno de Medina tiene como antecedente del hoyo fiscal de 205 mil millones de pesos (cuatro mil 500 millones de dólares) que creó Leonel Fernández para poder llevarlo al Gobierno en 2012.
En tanto el candidato presidencial de la Fuerza Nacional Progresista, Pelegrín Castillo, respaldó la advertencia del Consejo Nacional Empresarial (Conep) sobre el alarmante nivel de endeudamiento del Gobierno.
Al encabezar una marcha proselitista en la provincia de La Romana, rechazó que la solución a ese problema credo por el Gobierno sea imponerle al pueblo nuevos impuestos.
Insistió en que el endeudamiento público es resultado de la irresponsabilidad gubernamental y por eso rechaza que pretendan solucionar ese problema con nuevas tasas impositivas para la población.
El candidato del Partido Revolucionario Moderno, Luis Abinader, declaró en La Vega que los impuestos anunciados por Medina tendrán efectos devastadores para los trabajadores y la clase media.
Recordó que una actualización del Banco Mundial indica que los salarios reales se redujeron en un 27 por ciento en comparación con 2000 y no se han recuperado.
Agregó que el Fondo Monetario Internacional estableció que los salarios reales del país se encuentra en los niveles de 1991, a pesar de que la productividad laboral aumentó más de 65 por ciento en los últimos 24 años.
Advirtió que la deficiencia y el despilfarro caracterizaron el modelo de gobierno de Medina, que sólo se destaca por su desenfrenada política de endeudamiento y el desbordamiento de la delincuencia.