La historia nos da la referencia de las situaciones, de los procesos humanos, que nos han permitido llegar a donde nos encontramos hoy.
Historia es ese recuento más o menos ordenado de las cosas y circunstancias que precedieron la realidad del momento actual.
El conocimiento del pasado nos ayuda a entender el presente y proyectar el porvenir. Solo imaginarlo y pretender planificarlo, o sea, prever ese objetivo que se encuentra en la imaginación del tiempo futuro.
Haciendo un recuento de la historia política dominicana, recuerdo que en el año 1978 para los días de abril las tensiones eran muchas. Era entonces la tercera vez que el Partido Revolucionario Dominicano, PRD, concurría a unas elecciones por la Presidencia de la República.
El 20 de diciembre de 1962 el PRD acudió con Juan Bosch como candidato presidencial, y triunfó con el respaldo del 59 por ciento de los votantes.
El 1ro. de junio de 1966 postuló de nuevo a Bosch en circunstancias anómalas: el país estaba ocupado militarmente por las fuerzas que el 28 de abril de 1965 habían desembarcado para evitar que fuera repuesto precisamente el mismo Bosch que el poder extranjero ordenó deponer el 25 de septiembre de 1963.
Luego estábamos en abril de 1978 con Juan Bosch por tercera ocasión de candidato presidencial, pero esta vez por el Partido de la Liberación Dominicana fundado por Bosch y un reducido grupo de seguidores el 15 de diciembre de 1973.
El PRD también en 1978 iba por tercera vez a unas elecciones presidenciales, llevando ahora de candidato a Don Antonio Guzmán. Guzmán en 1963 fue Ministro de Agricultura del gobierno que presidió Bosch, y en 1966 le acompañó como candidato vicepresidencial.
La historia política, el acervo personal, la trayectoria de aquellos personajes, sobre todo la fortaleza política de sus organizaciones, era determinante en el proceso electoral de 1978.
Caravanas, mítines, afiches de pared y letreros, noticias de radio, eran por aquellos días los principales instrumentos para dar a conocer al pueblo el candidato presidencial.
La publicidad industrializada, el marketing político de tipo electoral todavía era una asignatura pendiente de desarrollo en la vida política dominicana.
Más que la publicidad y el marketing, en 1978 factores históricos pesaron en el hecho de que Guzmán y el PRD le ganaran las elecciones al Partido Reformista y a su candidato, presidente de la República desde 1966, doctor Joaquín Balaguer.
La televisión en 1978 aún no tenía los alcances actuales, no existían aún los modernos medios de redes sociales, y la radio era el elemento de comunicación masiva que trasmitía información y emociones.
Las voces mejor reconocidas por las mujeres y hombres del pueblo dominicano eran las de Juan Bosch, José Francisco Peña Gómez y el tres veces presidente de la República Joaquín Balaguer.
Los factores determinantes propagandísticos que influyeron en la imaginación popular a favor del triunfo de Antonio Guzmán fueron el recuerdo de los siete meses de gobierno perredeísta de 1963, la evocación de las glorias de abril de 1965, con la voz sonora e influyente de un gran orador como Peña Gómez, y el desgaste de un gobierno en el tiempo de doce años.
Lo que ocurrió con el marketing político y la publicidad a partir de la campaña electoral y las elecciones de 1982 fue algo distinto. Es otro tema para escribir de historia, política y publicidad.