Los lentes de contacto pueden ofrecer una alternativa segura y eficaz para el uso de anteojos cuando se usan y mantienen con cuidado.
La Habana, (PL) Un estilo de vida activo y sin interferencia proporciona hoy el uso de los lentes de contacto o lentillas, de ahí la marcada preferencia en la actualidad con relación a los anteojos.
Sin embargo, no obstante el favoritismo por esos objetos, existen riesgos que hay que tener en cuenta para garantizar calidad de la salud visual.
Tal es el caso de un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York que afirma que los lentes de contacto puede alterar la comunidad microbiana natural de los ojos.
Expertos de esa institución apreciaron que las lentillas hacen al microbioma del ojo más semejante al de la piel, destaca un trabajo publicado en la revista Medical Press.
Para llegar a este resultado, estudiaron a 58 adultos que buscaron atención oftalmológica ambulatoria, señala el medio especializado.
Según la autora del trabajo, María Domínguez-Bello, profesora asociada de medicina del centro neoyorkino de altos estudios, aún no está claro cómo se producen estos cambios.
Si estas bacterias se transfieren desde los dedos a la lente y la superficie del ojo, o si las lentes ejercen presiones selectivas sobre la comunidad bacteriana del ojo a favor de las bacterias de la piel, añadió.
Pero, el uso de lentes de contacto ha sido identificado como un factor de riesgo para el desarrollo de infecciones oculares como la conjuntivitis papilar gigante y queratitis, por lo que estas cuestiones son importantes, apuntó.
Por eso, consideró que este trabajo tiene el potencial de ayudar a futuros análisis a explorar nuevos conocimientos sobre un posible papel del microbioma en el aumento del riesgo de infecciones en los ojos de los usuarios de lentillas.
El microbioma es el conjunto de microorganismos que se localizan de manera normal en distintos sitios del cuerpo humano.
Domínguez-Bello expresó que más de 30 millones de estadounidenses usan lentes de contacto, sin embargo, es demasiado pronto para ofrecer alguna recomendación al respecto.
CUALIDADES DE LOS LENTES DE CONTACTO
Los lentes de contacto pueden ofrecer una alternativa segura y eficaz para el uso de anteojos cuando se usan y mantienen con cuidado.
Esos discos delgados y transparentes que flotan en la superficie del ojo se utilizan para corregir las mismas condiciones de los ojos que se remedian con anteojos, como la miopía (mala visión de lejos).
Asimismo, otros males como la hipermetropía (mala visión de cerca), astigmatismo (visión borrosa debido a la forma de la córnea) y la presbicia (incapacidad para ver objetos de cerca).
MODALIDADES DE LENTILLAS
Según la Academia Americana de Oftalmología, hay dos tipos principales de lentes de contacto: duros y blando.
Los duros, más comúnmente utilizados, son los lentes de contacto rígido y permeable al gas (RGP por sus siglas en inglés).
Los RPG están hechos de plástico y otros materiales como la silicona o fluoropolímeros, y mantienen su forma. Sin embargo, permiten un libre flujo de oxígeno entre los lentes y la córnea.
Por su parte, los blandos -la elección preferida entre la mayoría de usuarios de lentillas-, son cómodos y vienen en varias versiones, dependiendo de cómo se quieran usar.
Entre otros tipos de lentes se cuentan: los de uso diario, prolongado, desechable, toricos blandos, bifocales y cosméticos o decorativos.
UNA ADVERTENCIA NECESARIA
Los lentes estéticos de contacto pueden poner en un grave riesgo la salud visual.
Según los especialistas, enfermedades como la queratitis, erosiones oculares, ulceras varicosas, conjuntivitis, hipoxia (falta de oxígeno en la córnea) e incluso la ceguera son parte de los riesgos que pueden padecer las personas.
Por eso advierten constantemente sobre su uso con fines estéticos y decorativos, sin la respectiva supervisión médica, porque representan serio peligro para la salud ocular.
Según la OMS, internacionalmente hay aproximadamente 285 millones de personas con discapacidad visual, de las cuales 39 son ciegas y 246 presentan baja visión.
En términos mundiales, los errores de refracción no corregidos constituyen la causa más importante de los problemas del sistema óptico.
alb/rml
*La autora es periodista de la redacción de Ciencia y técnica de Prensa Latina.