Por Ramon Mercedes
Nueva York.- La avenida Saint Nicholas con la calle 166 en el vecindario dominicano de Washington Heights, en el Alto Manhattan, era el punto de ventas de armas de fuego que mantenían varias personas desde hacía meses.
Esta semana fueron apresados, incautándoseles decenas de armas de diferentes calibres y marcas, según informaron el Comisionado de Policía, William Bratton, y el Fiscal del Distrito de Manhattan, Cyrus Vance Jr.
Un total de 82 armas, entre fusiles, ametralladoras, pistolas, revólveres, y escopeta eran traídas desde Trenton, Virginia, Georgia, y Carolina del Norte, entre otros estados y comercializadas a escasos metros de una dependencia de la oficina del Fiscal General de Manhattan.
Entre los detenidos figuran Abdul Davis, de 52 años, Daemon Jenkins, 49, Malik Rainey, 44, y Milton Tillery, de 37, quienes le realizaron 26 ventas a un detective encubierto que se hacía pasar como distribuidor de armas ilegales en Manhattan. La novia de Davis, Shelita Funderkerk, de 50 años también fue detenida.
Todos están acusados ante la Corte Suprema del Estado de conspiración en el cuarto grado, así como diversos cargos de venta criminal de arma de fuego en Primer, Segundo y Tercer Grado. La investigación incluyó el uso de escuchas telefónicas autorizadas por los tribunales.
"Las armas ilegales como éstas alimentan la misma violencia en nuestras calles que tratamos de combatir", dijo el comisionado. Actualmente, si un acusado vende 10 armas de fuego la pena es mínima, un delito clase B, pero el Fiscal de Manhattan está solicitando a la Legislatura del Estado de NY para crear un delito (A-1), para aquellos que venden o posean 20 o más armas de fuego de manera ilegal.