Por Rolando de la Ribera
Santo Domingo, 1 may (PL) Con ideas como la de gobernar con un gabinete integrado en un 50 por ciento por mujeres, el candidato presidencial de Alianza País, Guillermo Moreno, hace hoy la diferencia en la campaña electoral dominicana.
Nacido el 15 de agosto de 1956, en Sabaneta, provincia dominicana de Santiago Rodríguez, se integró en su juventud a los movimientos que lucharon por el respeto a los derechos humanos, las libertades públicas y los valores democráticos durante el régimen de Joaquín Balaguer (1906-2002).
Es un abogado en ejercicio egresado de la Universidad Católica Madre y Maestra en 1980, y en 1987 obtuvo el título de Magíster en Estudios Internacionales en la Escuela Diplomática de Madrid.
Fue Procurador de Santo Domingo (1996-1997) y se esforzó por modernizar, institucionalizar y adecentar la Fiscalía y luchó contra la corrupción, los crímenes políticos y por preservar el Estado de derecho frente a los abusos de poder.
Ha sido consultor del Programa para la Erradicación del Trabajo Infantil, de la Organización Internacional del Trabajo y del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia y es Decano de la Escuela de Derecho de la Universidad Iberoamericana y autor de varias obras jurídicas y políticas.
En 2007 Moreno fue presentado como candidato a la presidencia por un conjunto de fuerzas políticas, movimientos locales, artistas, intelectuales y ciudadanos independientes y en 2008 se postuló como candidato a la presidencia por el Movimiento Independencia, Unidad y Cambio (MIUCA).
En 2009 lanzó el movimiento de centro-izquierda Alianza País, como una opción política, independiente y alternativa, fundado como partido en 2011 con orientación progresista para aspirar a la presidencia en el 2012. Su campaña lo diferenció de los partidos tradicionales, la financió con alcancías populares bajo el lema "Un peso por un Gobierno Honesto"; luego emprendió "La marcha de la Vergüenza" para contactar con la población.
En aquella contienda electoral Moreno promovió un programa de tres puntos enfocado en aumentar capacidad productiva y empleo, garantizar un sistema educativo y de salud de calidad y fortalecer la seguridad pública y transparencia en el Estado dominicano.
En este nuevo proceso electoral que lleva a las votaciones del 15 de mayo próximo vuelve a presentarse como candidato de Alianza País, como parte de un acuerdo programático con la Alianza Electoral para el Cambio Democrático, Patria para Todos, Fuerza de la Revolución, Propuesta Institucional Cristiana y Camina RD.
Su primera propuesta ha sido hacer de República Dominicana un país justo y que garantice derechos económicos y sociales, donde no haya la profunda y marcada desigualdad de hoy y su programa de gobierno incluye siete ejes programáticos.
Entre ellos figura encabezar una gestión que maneje con pulcritud los recursos públicos, donde no haya impunidad y se persiga a los corruptos; y llevar al país a un desarrollo productivo con pluriempleo y vocación exportadora, y que a la vez proteja el medio ambiente.
También se comprometió a convertir la nación en un país democrático, en el que haya instituciones confiables; en un país seguro y libre de violencia, regido por el imperio de la ley, y propone hacer un gobierno paritario, con un 50 por ciento de participación femenina.
Asimismo expresó que los poderes del Estado no pueden continuar siendo simples dependencias del partido oficialista como ocurre ahora por lo que consideró que la justicia dominicana tienen que ser reformada para que pueda cumplir con la función que le corresponde.
Aseveró que no es posible enfrentar el narcotráfico si recibe protección de los políticos tradicionales y prometió que de ganar las elecciones de mayo aplicará "todo el peso de la ley" a los culpables de delitos de sicariato y narcotráfico "porque hay que tener voluntad de controlarlos".
Indicó que hay que a ir a los barrios y crear programas de educación y empleo que ataquen las causas generadoras de la delincuencia, entre ellas, la desigualdad social, y consideró que la policía debe ser depurada y tecnificada, y dignificar su trabajo con salarios justos y seguridad social.
Insistió en que propiciará "una Ley de Partidos Políticos que garantice la democracia interna y la transparencia" y añadió que sólo un nuevo liderazgo político no hipotecado a ningún poder puede generar esa transformación.