Desde que el presidente Danilo Medina se instaló en el solio presidencial el 16 de agosto del 2012, a poco tiempo de estar dirigiendo el país las encuestas empezaron a medirlo, revelando un posicionamiento nunca antes visto en líder político alguno de la República Dominicana, de un 60%, 70%, 80%, 90% y hasta más de ahí llegaron a decir que tenía el nuevo líder del PLD, de esto ser cierto deben ponerlo en el libro de los Records Guinness.
Hubo una ocasión en que los amigos Danilistas y ministros del gobierno no encontraban que números darle al presidente ya que los había ocupado todos, llegó el momento de la verdad a partir de la difícil tarea y gran reto de lograr la imposición de la reelección de Danilo Medina y sus funcionarios quienes decidieron no darle paso a Leonel Fernández y su estructura que tenían apetencias de poder.
Consumado el objetivo de lograr la aprobación de la reelección presidencial para seguir montado a caballo e ir por más, como dice el eslogan de campaña del Partido de la Liberación Dominicana y de los líderes del “sobrecito” como dijo el hombre de los vientos apagados, los números empezaron a cambiar, esto le comenzó a preocupar al entorno y estrategas del mandatario Medina, que había caído por debajo del 50% de aceptación, a partir de ahí el líder que hablaba poco aprendió a hablar.
Los peledeístas se preguntaban qué estaba pasando con su líder que de tener más del 90% de aprobación y popularidad, según las encuestas, se había desplomado y no encontraban explicación, eso tenía una respuesta pero ellos no la veían porque estaban turbados, es que para lograr pasar la reelección tuvieron que matar a un León… Eso provocó un desgarramiento en el partido morado entre los Leonelistas y Danilistas, dividiéndose el PLD.
En este momento de la recta final para las elecciones del 15 de mayo próximo, hay una guerra de encuestas por lograr el posicionamiento de sus candidatos, todas tienen intereses políticos o económicos, eso es lo que explica el porqué le dan a Luís Abinader y a Danilo Medina números tan dispares, aún siendo mediciones al mismo aspirante las cifras no se corresponden con la realidad de su posicionamiento electoral, por eso les recomendamos a los votantes que no se dejen confundir por lo que están viendo con los datos que presentan las mismas, voten por lo que le dicte su conciencia, por quién ustedes consideren que pueda satisfacer los deseos que tienen para con este país del cual todos queremos lo mejor. Solo deben creer en la entrega final de las firmas encuestadoras que tradicionalmente han acertado en los procesos de elecciones, ellas con las últimas publicaciones nunca se juegan su credibilidad y prestigio ya que de eso es que viven.