Guatemala, 1 may (PL) La Fiscalía de Delitos contra Periodistas de Guatemala informó hoy que durante 2015 y los primeros cuatro meses de este año fueron asesinados tres periodistas, en tanto 256 denunciaron amenazas, coacciones o agresiones en su contra.
Según el jefe de esa unidad especial del Ministerio Público, Orlando López, en el año anterior las quejas por situaciones de este tipo sumaron 230 y de enero a la fecha van por 29.
Al menos 65 por ciento de las denuncias están bajo investigación, aseguró el funcionario y precisó que en las acciones contra los periodistas figuran particulares y funcionarios del Estado.
Estas situaciones son particularmente preocupantes en las provincias o departamento, donde existe un incremento de la incidencia del crimen organizo, consideró la presidenta de la Asociación de Periodistas de Guatemala, Ileana Alamilla.
De acuerdo con la comunicadora, informes internacionales resaltan que México, Brasil y Centroamérica son lugares donde hay un marcado deterioro de la libertad de prensa.
Medios de prensa recuerdan que el 2015 estuvo marcado por continuas amenazas a los comunicadores y tres crímenes enlutaron a un gremio cuya labor cada día choca con múltiples obstáculos y riesgos en Guatemala.
El asesinato el 10 de marzo de 2015 de Danilo López y Federico Salazar, corresponsales de Prensa Libre y de Radio Nuevo Mundo, de manera respectiva, apenas constituye la punta de un iceberg que crece de manera progresiva en medio de la impunidad, a juicio de colegas.
Las muertes durante ese ataque, cometido en el departamento occidental de Suchitepéquez y en medio del cual también fue herido el periodista Marvin Túchez, forman parte de un listado de más de 20 crímenes contra profesionales del gremio que en su mayoría continúan sin esclarecer.
Según el Observatorio de los Periodistas, desde 2002 fueron asesinados 20 periodistas y la Fiscalía de Delitos contra estos reconoció en el período 108 casos de amenazas o agresiones, pese a lo cual apenas solo un asesinato tiene sentencia condenatoria y contra los autores materiales y no los intelectuales.
Tal es el caso de Jorge Mérida, corresponsal del periódico Prensa Libre en el occidental Quetzaltenango, quien fue asesinado a balazos el 10 de mayo de 2008.
Poco después otros dos corresponsales fueron víctimas de un ataque en medio de unos allanamientos en la Zona 3 de Xela, cabecera del también occidental departamento de Quetzaltenango, y todavía no fueron juzgados los sindicados de golpearlos, robarles el equipo y rociarlos de gasolina.
Frente a esa situación la Procuraduría de Derechos Humanos instó al Estado a crear una política de puertas abiertas en la administración pública y establecer las medidas necesarias para proteger a los periodistas en su labor.