La periodista Fresa Torres, radicada en Nueva York, donde reporta para NCDN, ofreció su versión sobre el incidente con el empresario Félix Cabrera, de quien dijo le dio un trato grosero en el South Beach Restaurante.
La periodista afirma que fue tratada de manera grosera y violenta, que le empujó su mano, “respondiendo mi gesto con improperios y amenazas, exigiéndome que en lo inmediato abandonara el lugar tras gritarme que es de su propiedad y que me estaba prohibido entrar a dichas instalaciones”.
Cabrera ha desmentido las afirmaciones de Torres. Un video del incidente fue colgado en youtube donde se puede apreciar lo sucedido.
A continuación su declaración integra de la periodista Torres:
Con relación a los incidentes en que me viera envuelta en el marco de la conferencia titulada “Ciudad Juan Bosch y Seguro de Salud Senasa”, que convocaran organizaciones del sector externo que apoyan la reelección del presidente Danilo Medina, hago las precisiones siguientes en vista de las enormes preocupaciones y muestras de solidaridad que he recibido de amplios sectores y por diferentes vías, tanto de la ciudad de Nueva York como de mi país República Dominicana.
Como productora y conductora de mi programa televisivo: Visión General, por más de 20 años, transmitido el domingo a las 9:00pm, por el canal 51, Buena Visión, asistí a la referida actividad, convocada el pasado sábado a las 7 de la noche en el South Beach Restaurante del Alto Manhattan, donde se ofrecerían detalles de las facilidades que el gobierno del presidente Danilo Medina otorgará a los dominicanos residentes en esta ciudad de Nueva York, en las áreas de seguro médico y apartamentos.
Cuando me disponía a retirarme de la actividad, me encontré con el Sr. Cabrera me acerque a él, para ofrecer mis cordiales saludos al señor Félix Cabrera, propietario del citado restaurante, quien de manera grosera y violenta empujó mi mano, respondiendo mi gesto con improperios y amenazas, exigiéndome que en lo inmediato abandonara el lugar tras gritarme que es de su propiedad y que me estaba prohibido entrar a dichas instalaciones.
Sorprendida por la actitud atropellarte y fuera de control del señor Cabrera, con quien tradicionalmente he compartido saludos sin problema alguno, le requerí por su actitud contra mí, que cuál era el motivo tras recordarle que estaba ahí en mi condición de periodista para cubrir una actividad pública de vital importancia para que nuestra gente se enterara de estas facilidades, me dijo que yo no soy periodista, que ninguno de mis colegas dominicanos que ejercen aquí son periodistas, que ninguno servimos para nada y que me cuidara porque en lo adelante: “Me encargaré de ti, te voy a partir, en lo adelante estoy para ti y ya lo sabes, tú me abriste la guerra.
Esas palabras las acompañó con la advertencia de que para él será muy fácil “partirme” porque ya había logrado “arrodillar” a la gente de la Z101, “quienes tuvieron que pedirme cacao enviándome y que lo perdono por la intervención de un político dominicano con mucho poder.
Tras mi insistencia para que me explicará el motivo de su agresiva actitud y el uso de términos vulgares contra mi persona y demás periodistas, me acusó de haberle provocado supuestos daños con un reportaje que publicara en noviembre pasado y que simplemente recogía las inquietudes de dominicanos que demandaban se agilizaran los trabajos de renovación y obtención de la nueva cédula.
Como es de conocimiento público, la fuerte y desconsiderada agresión contra mi persona, de la que desligo totalmente al gobierno y al PLD, degeneró en problemas emocionales y en una repentina hipoglicemia, lo que obligó a que una de las personas que estaba ahí y viendo mi condición de salud, llamara una ambulancia, donde los paramédicos me dieron primeros auxilio.
De esta condenable situación se han derivado otras consecuencias que me obligan a permanecer bajo observación médica.
Sin dudas estamos frente a un hecho bochornoso, inaceptable y grosero que implica violencia de género, amenaza, obstrucción del derecho de transitar en espacios públicos y negación al libre ejercicio de mi trabajo como periodista. En ese sentido y en vista de que se trata, además, de una situación de alto riesgo para mi seguridad personal y la de mi familia, así como por los daños ocasionados a mi salud física.
Aprovecho para agradecer de corazón a mis amigos, colegas, empresarios, funcionarios, familiares, dirigentes políticos, congresistas, a la seccional aquí del colegio Dominicano de Periodistas, a los medios de comunicación y demás, por sus gestos de apoyo y solidaridad ante esta deplorable situación por la que atravieso.
Anuncio además, que por prescripción médica, me retiro de mi ejercicio periodístico. El cual he ejercido, con transparencia, disciplina, sacrificios económicos y físicos apegada siempre a la ética y moral que debe existir en un profesional que ejerce tan complicado oficio.
Además, desautorizo a cualquier persona o institución, que emita opinión pública, o que realice actividades a mi nombre.