Se propaga una teoría de conspiración interna en el Partido de la Liberación Dominicana contra la cuarta repostulación de Roberto Salcedo a la alcaldía del Distrito Nacional, que ha sido enriquecida con su inesperada y apabullante derrota, y como el tema en algún momento será abordado por la dirección del PLD, me permito sugerir varios factores a ponderar.
Y si me veo precisado a quedarme en dos causas de ese revés son: desconexión con la estructura de su partido en la Capital, y su inexplicable guerra contra la clase media.
El PLD y sus bases siempre se sintieron en esa gestión como entes extraños e innecesarios, percepción que se agudizó cuando el arquitecto Andrés Navarro, que había sustituido a Domingo Contreras en la secretaría general, abandonó esas funciones y se fue a la jefatura de gabinete de Obras Públicas de donde saldría como canciller de la República.
Esa salida hizo más notoria la ausencia de cuadros peledeístas en el staff del cabildo, pero si ese factor no se combina con el deterioro de imagen a lo externo del PLD, su candidatura hubiese tenido mejor desempeño, pero se cayó del altar que le hacia inderrotable al generar una serie de conflictos con sectores de la clase media capitalina, subestimando el impacto que tendrían.
Tres ejemplos:
1-El impasse con las juntas de vecinos de la Esperilla por la contaminación sónica del anfiteatro Nuryn Sanlley y el rechazo de los estudiantes de música porque perdieron la paz para sus prácticas, así como su guerrita por el mismo tema con el Ministerio de Cultura, que tuvo fuerte repercusión mediática y judicial.
2-Conflicto a muerte con las juntas de vecinos de los residenciales que serían afectados por la instalación en su área de una perrera municipal para albergar perros realengos.
3-Divorcio con las asociaciones de la zona colonial, que en oportunidad en que el presidente fue a reunirse con ellos y ver los trabajos restauración que lleva a cabo el ministerio de Turismo, le rogaron que no se hiciera acompañar del alcalde del DN.
Eran situaciones focalizadas pero en cuyo espejo se veía reflejada toda la clase media, expuesta a cualquier alteración de su entorno sin ser tomados en cuenta.
Otros factores también afectaron: A)-Escogencia de Francina Hungría como compañera de boleta porque nadie compró el mensaje de integración de la discapacidad, sino que se trataba de la utilización electorera de una persona que generaba sensibilidad por lo que padeció, porque el alcalde era conocido por su práctica con tres vicealcaldesas que no tuvieron ninguna función: Alma Fernández, Alexandra Izquierdo y Margarita Álvarez viuda Peynado. Era la oportunidad de mejorar el vínculo con su partido, escogiendo a una dirigente peledeísta, pero una vez más mostró que le importaba poco y se decantó por una opción que ni le hiciera sombra ni proyectara posibilidad para sustituirle.
B)-Acompañamiento de su hijo Robertito, figura con popularidad, pero un electorado agotado del padre interpretó el mensaje con pretensiones sucesorales.
A) Tuviese o no que ver con el montaje de la fallida graduación de alfabetizados del Quisqueya Aprende Contigo, la aparición de falsos graduandos agudizó el daño de imagen.
En contraste aparece una cara fresca y bien respaldada, que sin ataques personales ni desconsideraciones se fue aposentando en el deseo de cambio de la clase media como una bendición bajada de lo alto con una emergencia tan sorpresiva que su adversario apenas tuvo tiempo de reaccionar.