En Nuevo México, de gran ascendencia latina, la presencia del virtual candidato republicano Donald Trump recibió el rechazo de miles de personas, que obligó a las autoridades a adoptar medidas de seguridad extraordinarias.
Fue necesario acordonar las principales calles de acceso a Downtown, Albuquerque. Hubo que montar un operativo de patrullas, oficiales de policía, refuerzos antimotines, y hasta camiones de bomberos y helicópteros, que rodeaban el Centro de Convenciones de Albuquerque en la noche del martes, donde hablaba Trump, quien pronunciaba un discurso de campaña.
Afuera, cientos de feroces detractores del magnate que a punta de patadas y empujones derribaban la barrera metálica que les impedía la entrada. “Que se joda Trump… su odio no es bienvenido aquí”, fue uno de los estribillos que acompañados por tambores, maracas y trompetas retumbaban al estilo de música latina, mientras varios de los manifestantes ondeaban orgullosos la bandera mexicana.