El último fin de semana de abril pudimos ver al Papa, en la Plaza de San Pedro, a pie de calle, confesando a los jóvenes.
En pleno Jubileo juvenil el Papa les ha dicho, de palabra y de obra, que sean valientes y acepten el desafío que supone seguir a Jesús en medio de una sociedad que enseña a vivir y a amar de otra manera; que sean valientes para amar sin poseer, para que encaucen adecuadamente el gran deseo de libertad que anida en su corazón, porque la libertad no es hacer lo que se quiera, antes todo lo contrario: para ser verdaderamente libres hay que aprender a decir “no”.
Es libre quien elige bien, quien busca aquello que agrada a Dios, aun cuando suponga un gran esfuerzo. Sólo con decisiones valientes y fuertes se realizan los sueños más grandes, esos por los que vale la pena dar la vida. Y necesitamos jóvenes valientes para construir un futuro mejor.
Valentín Abelenda Carrillo
SALT (Girona)