Santo Domingo.- Con motivo de celebrarse el 31 de mayo el “Día Mundial sin Tabaco”, Casa Abierta advierte a toda la sociedad, pero especialmente a las autoridades de salud, acerca de la necesidad de hacer conciencia de que estamos frente a la droga más perjudicial que consume la humanidad.
Encasillar las sustancias psicoactivas en legales e ilegales solo ha generado un estancamiento en el tratamiento de estas y ha creado en la sociedad, políticas de drogas basadas en mitos y falsedades, donde el tabaco, como sustancia legal, no es tratada como una droga. Sin embargo no solo es una droga, sino que es la peor de todas. Cuando muere una persona por consumir drogas ilegales, por consumir drogas legales (tabaco y alcohol), mueren treinta personas.
Nuestras políticas de drogas siguen centradas en las sustancias ilegales, desde la perspectiva de la guerra contra las drogas: medidas represivas, decomisos, violencia, encarcelamientos, corrupción, muertes…, y una amplia cobertura mediática, pero con resultados peores que las drogas mismas. La otra cara de la moneda es que las drogas legales (alcohol y tabaco), continúan haciendo el peor de los daños.
El tabaco es la droga más perjudicial para la salud, de todas las consumidas por la humanidad. El consumo de las más reconocidas drogas ilegales: marihuana, cocaína, heroína, anfetaminas…, generan daños prácticamente insignificantes, comparado con las consecuencias del tabaquismo, que es la adicción al tabaco. El consumo de tabaco, declarado epidemia por la Organización Mundial de la Salud- OMS, es responsable en el mundo de la muerte de una persona cada seis segundos. Esto es unos seis millones de personas al año. Si no se toman medidas, se prevé que estas cifras aumenten a ocho millones, de aquí a 2030. La adicción al tabaco, a la que se dedica una muy pobre atención, representa, también de acuerdo a la OMS, una de las mayores amenazas para la salud pública a las que el mundo se haya enfrentado.
El consumo de tabaco es también uno de los cuatro factores principales de riesgo a la base de la epidemia mundial de enfermedades no transmisibles, principalmente los cánceres, las enfermedades cardiovasculares y pulmonares, y la diabetes. En 2012, estas enfermedades provocaron 16 millones de muertes prematuras (antes de los 70 años de edad), de las que más del 80% se produjeron en países de ingresos bajos y medianos, entre los que se encuentra nuestro país, aunque no tenemos estudios sobre este problema. El tabaco es considerado la causa singular de mortalidad más prevenible en el mundo de hoy en día, y mata hasta la mitad de quienes lo consumen.
Son estas las razones por las que la OMS ha decidido declarar el tabaquismo como una epidemia y orientar a los países a hacer hincapié en los riesgos sanitarios asociados al consumo de tabaco y abogar por políticas eficaces que contribuyan a reducir dicho consumo. Uno de los aspectos más recomendados es el relativo a los impuestos. Aumentar los impuestos salva vidas.
El Estado dominicano tiene la obligación de alertar y cuidar a la ciudadanía, tomando medidas para disminuir el consumo tabaco. Esto lo puede hacer siguiendo las estrategias MPOWER que traza la OMS: Monitor: vigilar el consumo de tabaco y las políticas de prevención. Protect: proteger a la población del humo de tabaco. Offer: ofrecer ayuda para el abandono del tabaco. Warn: advertir de los peligros del tabaco. Enforce: hacer cumplir las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio de los productos de tabaco. Raise: aumentar los impuestos al tabaco.
Al celebrarse el 31 de mayo el “Día Mundial sin Tabaco”, desde Casa Abierta entendemos urgente la definición de una estrategia nacional sobre drogas, basada en la ciencia y buenas prácticas en todo el mundo. Una política de drogas, que como la actual, no excluya lo más importante: la salud de las personas y su relación con el uso de drogas legales, como son tabaco y alcohol.