Leonel Fernández no ha desaparecido, ni está entregado simplemente a mediar en conflictos políticos lejanos, ni se ha ido a vivir a Timbuktuk o Seychelles. No. Está velando sus armas y acechando a Danilo (pues sabe que éste va a hacer todo lo posible para acabar de hundirlo), y hasta habla con la voz de Franklin Almeyda: “Las cosas sucedidas han puesto pies de barro al triunfo; no hemos sentido orgullo porque los conflictos y trapisondas nos han avergonzado. Más bien, hemos sentido la necesidad de realizar esfuerzos para recuperar y reencauzar la organización” (pues nadie olvide que Leonel todavía es presidente del PLD).