En su reunión de política monetaria de mayo de 2016, el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) decidió mantener la tasa de política monetaria (TPM) en 5.0% anual.
La decisión respecto a la tasa de referencia tomó en consideración el balance de riesgos en torno a los pronósticos de inflación, las expectativas del mercado, así como la evolución reciente de las principales variables macroeconómicas. En abril, la tasa interanual de inflación se ubicó en 1.75%, manteniéndose esta variable por debajo del extremo inferior del rango-meta de 4.0%±1% para el año 2016. La inflación acumulada en los primeros cuatro meses del año es de -0.67% al tiempo que la inflación subyacente interanual, la cual está relacionada con las condiciones monetarias, se ubicó en 1.51% al cierre del cuarto mes del año.
En el ámbito externo, el panorama de la economía mundial, según Consensus Forecast, apunta a un crecimiento de 2.4% en 2016 y de 2.8% en 2017. En Estados Unidos de América (EUA), sin embargo, el pronóstico de crecimiento de Consensus se ajustó a la baja de 2.0% a 1.8% para el presente año 2016, esperándose una recuperación de la economía con una expansión de 2.3% en 2017. A la luz de estos acontecimientos, la probabilidad implícita de aumento de la tasa de política monetaria de la FED ha aumentado, a juzgar por los contratos futuros del mercado, por lo que se espera un posible incremento en los próximos meses. Aunque una decisión de este tipo podría afectar el rendimiento de las colocaciones de bonos en los mercados internacionales también generaría una apreciación del dólar que podría provocar una nueva reducción en los precios del petróleo. Estos posibles impactos de un alza en la TPM de la FED han sido, en gran medida, internalizados por el mercado. En ese sentido, la eventual alza de tasas de la FED no debería tener un efecto importante de corto plazo sobre la economía dominicana.
En cuanto a las economías de otras regiones del mundo, Consensus Forecast mantuvo su proyección de crecimiento para la Zona Euro, lo que implica que la economía se expandiría en torno a 1.6%, tanto en 2016 como en 2017. Por otro lado, América Latina (AL) presentaría una contracción en su producción interna bruta de -0.6% en 2016, debido principalmente a la recesión experimentada por países como Venezuela (-8.6%), Brasil (-3.7%), Ecuador (-1.7%) y Argentina (-1.1%). Cabe destacar que otras importantes economías de la región tendrían un crecimiento positivo, pero por debajo de la media de los últimos 5 años. Tal es el caso de economías como las de México (2.4%), Chile (1.8%), Colombia (2.4%), Costa Rica (3.6%) y Uruguay (1.3%). Se espera que para 2017, el promedio de crecimiento de las economías de AL se torne positivo al alcanzar una expansión cercana a 2.0%.
Los precios de los bienes primarios, particularmente el de algunos commodities de importancia en las transacciones de comercio exterior de República Dominicana vienen exhibiendo una tendencia alcista en los últimos dos meses. En ese sentido, el petróleo WTI se ha situado cerca de US$50 el barril, mientras el oro se ha acercado a US$1,300 la onza troy, precio superior al contemplado en el Presupuesto Nacional 2016.
En el ámbito doméstico, la actividad económica sigue mostrando un crecimiento por encima de su potencial, al registrar de forma preliminar, el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) una robusta expansión interanual de 10.1% en el mes de abril. Durante el periodo enero-abril, el crecimiento acumulado del IMAE fue de 7.1%, comparado con igual periodo del pasado año. Es importante señalar que todos los sectores de la economía presentaron crecimiento interanual positivo en el mes de abril, destacándose construcción (36.2), servicios financieros (13.3%), manufactura local (11.7%), comercio (11.1%) y la recuperación del sector agropecuario (6.0%), entre otros.
En el sector financiero, el crédito al sector privado crece en torno al 13.8% en el mes de mayo y se prevé que se expanda a una tasa cercana a 12.0% al final del año. En lo concerniente a la política fiscal, se espera que el Gobierno cumpla con las previsiones de déficit presupuestario para el cierre del año en torno a 2.3% del PIB. A su vez, en el sector externo, el déficit de cuenta corriente se ubicaría en torno a 1.9% del PIB para el final del año. Bajo este contexto, el mercado cambiario se mantendría relativamente estable y permitiría una continua acumulación de reservas internacionales.
El BCRD reafirma su compromiso de conducir la política monetaria al logro de su meta de inflación, a la vez que seguirá monitoreando la evolución de la economía mundial y la coyuntura doméstica a fin de adoptar las medidas necesarias ante riesgos sobre la estabilidad de precios y el buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos.