La mayor debilidad es perder el control. Los fuertes mantienen bajo control sus emociones. Los débiles se dejan gobernar por ella.
Por Milton Olivo.
En la cárcel donde se encuentra, no pasa un día que no lamente no haber muerto, el día que intentó suicidarse luego de asesinar a su esposa. Y los días de lluvia, nubes grisáceas como hoy, son los días que más sufre su situación.
Piensa en sus hijos, sus amigos, su familia, su madre; en todo el mundo que perdió. Y ahora, un día es otro cualquiera. Al pesar del tiempo, más de 10 años, todavía se pregunta cada día, que pasó. Que se apoderó de el en ese momento. Que lo condenó a estar sepultado en vida detrás de barrotes.
– El peor error de mi vida!! Afirma con frecuencia.
– Que te llevo a tomar esa terrible decisión? Le preguntan en la cárcel con frecuencia.
– Es difícil saberlo. Dice. Y es hasta difícil encontrar por donde comenzar para explicarlo. Es un asunto al que reflexionar sobre él, le he dedicado los últimos diez años de mi vida, si se le puede llamar vida, a existir para respirar detrás de barrotes y candados. Pienso que todo tiene que ver. Sobre todo ese profundo sentimiento de impotencia ante tantas injusticias. El sentirse atrapado por una camisa de fuerza de la realidad, ante la cual uno es impotente. Las adversidades, la incapacidad de uno encontrar respuestas. El sentirse atrapado y abrumado y al mismo tiempo culpable ante una realidad torcida. Culpable porque uno no hace nada para cambiarla. De pronto uno se vuelve incapaz de manejar esa catarata de mal-sentimientos, angustias, complejos, carencias y llega un momento que uno estalla, con el ser más próximo. Quizás por ser quien más nos toca el pelado de nuestras incapacidades y limitaciones, por ser el más íntimo. Y con quien menos deberíamos; con la madre de nuestros hijos. Cometiendo un hecho imperdonable, cobarde y absurdo. Imperdonable por atentar contra una vida, que es la madre de nuestros hijos. Cobarde, porque es un ser que requiere y nuestro deber es protegerla. Y absurdo, porque con esa acción, se pierde todo, y no se gana nada. Por eso lamento no haber muerto.
– Fue cuando escuche una voz que dijo: “Es que no han encontrado el sentido de su existencia que es Dios. Se han dejado atrapar por una realidad que le hace creer que vivir es tener. Y por religiones que alimentan la confusión. Dios es el que da. Ignoran que en la naturaleza todo tiene un opuesto, que así como existe la luz, también la oscuridad; como tenemos un cuerpo físico, también uno espiritual. Y que la razón de nuestro existir trasciende la vida física. Porque no somos seres humanos de paso viviendo una experiencia espiritual; somos seres espirituales eternos viviendo una experiencia humana. Donde la razón fundamental de existir es servir. Servir a nuestros hermanos encarnados. Por eso nada nos hace más felices que el cumplimiento del deber. Que cuando somos solidarios. Que cuando practicamos la bondad. Porque la justicia, la solidaridad y la bondad, son las manifestaciones de nuestra eterna naturaleza espiritual. Que el sentido trascendente de nuestro existir, es evolucionar. Es como que comenzamos como humanos, para graduarnos de ángeles, para tener vida eterna como seres individuales, de lo contrario, perdemos la chispa de vida individual, y regresamos al todo, a nuestro origen y perdemos la individualidad, pasando a ser una célula del gran espíritu. Ante cualquier dificultad, siempre toma el camino de la paz.
La mayor debilidad es perder el control. Los fuertes mantienen bajo control sus emociones. Los débiles se dejan gobernar por ella. Es practicar la paciencia. Que significa: CIENCIA DE LA PAZ. Significa que no importa que te suceda, maneja la situación, que el resultado final, sea de paz.
El autor es Escritor.
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