La posibilidad de que muchas de las víctimas en la masacre ocurrida en la madrugada del domingo en una discoteca de Orlando sean latinos o de origen latino mantiene en atención al consulado de República Dominicana en Miami, cuyo cónsul Miguel Angel Rodríguez espera de manera muy atenta los resultados de la identificación de los cadáveres de las 50 victimas del ataque.
La rzón para sospechar es que en la noche se celebraba una fiesta latina en la discoteca gay "Pulser", donde Omar Saddigi Mateeen, un ciudadano estadounidense de 29 años residente en Port St Lucie, penetró armado y atacó a todos los presentes, acción en la otros 53 resultaron heridos, muchos de ellos de gravedad.
El cónsul dominicano en Miami dijo que sigue muy atento los acontecimientos, pero que las autoridades han dicho que primero identificarán los cadáveres, revisarán sus antecedentes y luego lo comunicarán a sus familiares.
Las mismas autoridades de Orlando han exhortado este domingo a las personas que sospechan que algún familiar extranjero haya estado en la discoteca a informarlo a través de sus respectivos consulados.
Mientras, el FBI ha dicho que Omar Mateen estaba en la lista de sospechosos de tener simpatía con el grupo Estado Islamico, por lo que ya su apartamento ha sido allanado en busca de eventuales pruebas y para prevenir otros hechos, si estuvieran en planificación.
El agresor, abatido por un equipo SWAT, fue identificado como Omar Mateen, estadounidense de origen afgano de 29 años de edad, residente en la cercana localidad de Port St. Lucie, y al parecer simpatizantes con las lecturas más radicales del Islam.
La policía definió a Mateen como un "lobo solitario", que al morir llevaba un rifle automático de asalto, una pistola y una especie de explosivo adherido a su cuerpo, lo cual motivó la hipótesis de que se trata de un atentado terrorista doméstico.
Al menos 320 personas disfrutaban de una fiesta de temática latina en Pulse, uno de los clubes más populares de Orlando, ciudad aún en shock tras el asesinato ahí la noche anterior de la prometedora cantante Christina Grimmie.