El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, caifica el hecho como un ataque terrorista y de odio.
Omar Seddique Mateen proclamó su lealtad al grupo terrorista Estado Islámico (EI) en una llamada telefónica antes de asesinar hoy a 50 personas y herir a otras 53 en el club gay Pulse, de la ciudad estadounidense de Orlando, mientras que el presidente Barack Obama calificó el hecho como un ataque tyerrorista y de odio.
Mientras que el Estado Islámico ha reivindicado la autoría del atentado perpetrado anoche. La reivindicación ha sido publicada por la agencia de noticias Amaq, considerada afín al grupo yihadista.
Prensa Latina informa que varias fuentes indican que el criminal llamó al 911 para reivindicar su fidelidad a la formación extremista, y varios seguidores del EI utilizaron las redes sociales y foros para elogiar la masacre, considerándola incluso "un gran regalo de Ramadán".
Mateen, hijo de afganos nacido en 1986 en New York, carecía de antecedentes criminales, pero aparentemente estaba en el radar del Buró Federal de Investigaciones desde hace cinco años por motivos aún sin revelar. Para Mir Seddique, padre del agresor, el crimen tuvo motivos puramente homofóbicos y no religiosos, pero la más reciente evidencia parece contradecirlo.
BARACK OBAMA REACCIONA Y CONDENA EL HECHO
Mientras que en Washington el presidente Bobama proclamó: "Tenemos suficientes [pruebas] para decir que fue un acto de terrorismo y de odio".
El mandatario de Estados Unidos habló durante una rueda de prensa dedicada a la masacre en un club gay de la ciudad de Orlando que se ha saldado con al menos 50 muertos y 53 heridos.
El presidente ha remarcado que las autoridades estadounidenses aún no han aclarado los motivos exactos del asesino de Orlando y que se está llevando a cabo una investigación para determinar si el terrorista pertenecía a algún grupo y establecer sus posibles vínculos.
Un hombre armado identificado como Omar Mateen y que posteriormente fue abatido por la Policía se atrincheró en el interior del local y disparó al azar contra los clientes de la discoteca. Mateen, de 29 años, era un ciudadano estadounidense de la localidad de Port St. Lucie, en el mismo estado de Florida. Mateen nació en una familia de inmigrantes de Afganistán.