Se trata de Maribel Mejía, de 42 años, nacida en República Dominicana, criada en Puerto Rico y que vive desde pequeña en Florida.
Ella asistió con 10 amigos que asistieron a la discoteca. Ella acudió junto a ellos, como suele hacer los sábados junto a su esposa, según sus declaraciones al diario elpaís.es.
Dijo que estuvo estuvo poco tiempo en el lugar: un mal presagio, dice, le hizo marcharse pronto.
Narra que sabe que uno de sus amigos está muerto. Del resto, no sabe nada. La falta de información la carc6ome. “Está todo incierto. Estamos en espera”, dice.
Su amigo muerto se llamaba Eric Ortiz, un treintañero puertorriqueño que trabajaba en una tienda de regalos de cumpleaños.
“Era un muchacho muy alegre, le gustaba mucho salir, compartíamos muchas comidas en casa”, rememora, emocionada, Mejía la noche de este domingo a las puertas del centro social, ubicado cerca de la discoteca.
“Era un amigo muy cercano, con el que compartíamos tiempo juntos y estaba muy contento porque se había casado recientemente después de que pusieran la ley en Florida [que permite el matrimonio de personas del mismo sexo]”, agrega. Su marido no acudió al club.
Mejía calcula que el 98% de las cerca de 300 personas que había en Pulse durante el tiroteo eran latinas, sobre todo puertorriqueños, dominicanos y venezolanos. Todos sus amigos desaparecidos son puertorriqueños que llevan mucho tiempo viviendo en Florida. Entre ellos, está el padrino de su boda, un conocido estilista de Orlando.