SANTIAGO.-Al menos cinco mujeres han sido asesinadas en 10 días a tiros y puñaladas a manos de sus parejas y exparejas en hechos que han ocurrido aquí y en Puerto Plata, que mantienen consternados a la sociedad.
La victima más reciente Marisol Zapata Lora, de 31 años, muerta ayer de dos disparos uno en la cabeza y otro en el tórax que se lo propinó su novio Keldin Antonio Plasencia, de 22, quien luego se suicidó de un balazo a la cabeza con un revolver calibre 38 que portaba. La tragedia ocurrió la tarde de ayer en el sector Los Apartamentos de Jánico.
Zapata Lora deja en la orfandad ocho hijos procreados en otras relaciones. Esta mañana familiares esperaban la entrega del cadáver en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) para trasladarlo a la comunidad Pinalito de Jánico donde será velado y después sepultado.
El lunes de la semana pasada, Soraida Morel Jiménez murió degollada a manos de su exconcubino Eduardo Morel Jimenez quien luego de cometer el hecho se suicidó ahorcándose, en la vivienda donde vivía la dama en Monte Adentro, de Licey al Medio.
Ese mismo día, el comerciante santiaguero Eddy Antonio Rodríguez Morales, de 39 años, mató de varios disparos a su ex amante la santiaguera Yeraldina Altagracia Gíl Ramos en la parada de minibases Javilla Tours, de la 30 de marzo de Puerto Plata y luego se suicidó de un tiro a la cabeza.
Gíl Ramos residía en la comunidad Parada Siete en la autopista Joaquín Balaguer, mientras que el homicida-suicida vivía en el sector Francisco del Rosario Sánchez de esta ciudad.
Wilenia Vásquez Marte, de 26 años también es otra de las victimas de la violencia intrafamiliar, cuando su expareja Alfonso Valdez le disparó el pasado domingo 5 de junio cuando se encontraba bailando con unos amigos en un negocio de la comunidad Parada Vieja de Monte Adentro.
Camino en su editorial del pasado domingo calificó como un cuadro demoledor, que refleja el salvajismo que afecta los hogares dominicanos, la frecuencia con que se producen los asesinatos de mujeres a manos de sus maridos o excompañeros, lo que cataloga como “carnaval de muertes” que debe terminar.
En el editorial “La Patria llora”, el vocero escrito del Arzobispado de esta arquidiócesis analiza el tema, a propósito de la muerte de mujeres en circunstancias similares, ocurridas la semana pasada. Consideran que esos hechos violentos son un síntoma que indica claramente que la sociedad dominicana está enferma y que el odio, la pasión y el instinto criminal están dominando la conciencia de un segmento de la población.