Bogotá, 16 jun (PL) El presidente Juan Manuel Santos aseguró hoy que delegados de la ONU están en Colombia a fin de preparar el proceso de verificación de la dejación de armas o desarme de los guerrilleros pertenecientes a las FARC-EP.
Según el mandatario, hay avances considerables en las discusiones sobre ese asunto (la forma y el tiempo en que transcurrirá dicho procedimiento), así como acerca de las zonas donde estarán concentrados inicialmente los insurgentes.
Ya están aquí los funcionarios de Naciones Unidas (ONU) desplegando todo su esquema para monitorear y verificar la dejación de armas, subrayó el gobernante durante un panel sobre la paz incluido en el programa del Foro Económico Mundial, con sede en la ciudad de Medellín, capital
Espero que en los próximos días concluyan las negociaciones sobre esos puntos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), dijo.
Una comisión, coordinada por la ONU y conformada por observadores latinoamericanos y caribeños, será la encargada de supervisar esa fase, además del cese el fuego bilateral, con presencia también de representantes gubernamentales y del movimiento rebelde.
En su disertación, el jefe de Estado resumió los principales logros de dichos diálogos, encaminados a hallar una salida política al largo conflicto entre las partes.
Durante más de tres años ambas delegaciones reunidas en Cuba, consiguieron pactos en los temas de reforma rural integral, participación política, combate contra el tráfico ilícito de drogas y víctimas.
Igualmente decidieron elevar a la categoría de Acuerdo Especial, amparado en las convenciones de Ginebra sobre Derecho Internacional Humanitario, todo lo consensuado en la capital cubana.
Además del cese el fuego bilateral y la dejación de armas, los dos equipos deberán determinar las condiciones de seguridad para la reincorporación a la vida civil de los ahora combatientes y el mecanismo para que el pueblo refrende los pactos.
El Ejecutivo defiende la alternativa del plebiscito, mientras las FARC-EP aboga por una consulta popular.
Única en el continente, la guerra interna ha dejado unos 300 mil muertos, más de seis millones de desplazados de sus lugares de origen y al menos 45 mil desaparecidos.
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