El presidente interino Jocelerme Privert, para no crear un vacío de poder, optó el martes último por mantenerse en el cargo hasta que lo decida el Parlamento.
Puerto Príncipe, 17 jun (PL) La situación haitiana sigue hoy complicada por la demora del parlamento en negociar quién quedará al frente del Estado después que el pasado martes llegara a su límite el mandato de 120 días dado al presidente interino Jocelerme Privert. (PLRadio)
al presidente interino Jocelerme Privert El jefe de Estado, para no crear un vacío de poder, optó el martes último por mantenerse en el cargo hasta que lo decida el Parlamento y el jueves insistió nuevamente por la televisión que espera con impaciencia que la Asamblea Nacional se reúna y tome una decisión.
El final del mandato de Privert estaba marcado para el 14 de junio, pero el parlamento estaba de vacaciones y se incorporó el día 13 con su plantilla aún incompleta para empezar tardíamente unas negociaciones que se sabía serían difíciles.
Ahora el tiempo sigue pasando y los parlamentarios son incapaces de llegar a un acuerdo en una asamblea demasiado polarizada.
Esta coyuntura es aprovechada por los opuestos a Privert para considerar terminado su mandato y dos de ellos (los senadores Carl Murat Cantave y Youri Latortue) escribieron al primer ministro Enex Jean Charles, pidiéndole que "siga ejerciendo el gobierno mientras se llena el vacío".
Cantave, del Partido Haitiano Tet Kale del ex presidente Michel Martelly, dijo que su bloque mayoritario no reconoce más a Privert y fue más allá y pidió a los funcionarios públicos a no hacer caso de las peticiones del Jefe de Estado y actuar contra cualquier iniciativa del presidente interino.
En tanto, el ex primer ministro Evans Paul, se autoerigió en líder de la oposición a través de su nuevo acuerdo denominado Estructura Democrática (ED), integrado por PHTK, KID, Consorcio y otros grupos, que, según dijo, creó "para luchar mejor contra el presidente interino y exigir su salida".
Paul hizo un llamado a la Policía Nacional para que pasara a la desobediencia y exhortó a la comunidad nacional a no reconocer la autoridad de Privert.
Esa enérgica reacción contra Privert se asocia a que durante su mandato interino una comisión por él creada verificó el fraude cometido en las pasadas elecciones que terminaron siendo anuladas, lo que frustró los planes del PHTK de hacerse del poder en una segunda vuelta.
Asimismo, los funcionarios de Privert cuestionaron desde un primer momento el mal manejo de los fondos públicos durante la administración Martelly-Paul, que dejó las arcas vacías, e incluso la fiscalía prohibió la salida del país de algunos implicados que pudieran ser llevados a la justicia.
Sin embargo, en esta coyuntura, los que antes se oponían a Martelly, gritaban consignas contra la corrupción y se unían para denunciar el fraude electoral, ahora titubean y muestran desunión.
Discuten sobre unos eventuales nuevos comicios que no prosperarían sin una extensión del mandato de Privert y se limitan a criticar el comportamiento de los legisladores PHTK a quienes acusan de querer dar un golpe de Estado.
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