Con especial atención a ambientes empresariales y centros de datos en la región
Llegaron las lluvias y en algunos lugares del continente se están experimentando las consecuencias del calentamiento global y el cambio climático. Aunque son fenómenos naturales que ya no podemos evitar, en algunos casos sus consecuencias y daños se pueden mitigar realizando algunas acciones preventivas válidas para todos los ambientes, pero especialmente para los empresariales en los que queremos enfocar nuestra atención dada su relevancia.
Para Sam Atassi, Vicepresidente de Tripp Lite para América Latina, son lamentables las pérdidas reportadas por el mundo corporativo una vez acaecidos estos acontecimientos inesperados y de magnitudes impredecibles. “Patrimonios empresariales construidos por largos años se vienen abajo, lo cual implica, en muchas ocasiones, empezar de cero si no se han tomado las previsiones para salvaguardarlos”, afirmó el ejecutivo.
Para contrarrestar algunos daños, especialmente en áreas eléctricas y equipamientos electrónicos sensibles en ambientes de TI y centros de datos, Atassi exhortó a los usuarios, empleados y al público en general a tomar algunas medidas que contribuyan a sortear las consecuencias. Sin pretender abarcar todas las posibilidades, el ejecutivo numeró las que consideró más urgentes e importantes.
En primer lugar, Atassi expresó lo crucial que resulta proteger y respaldar equipos electrónicos sensibles (a fallas eléctricas y apagones). Cualquiera que sea su categoría, pequeña o mediana empresa, el ejecutivo señaló que los dispositivos con componentes electrónicos y de procesamiento requieren unidades de UPS. “Estos sistemas no solo ofrecen protección contra las variaciones del flujo energético, sino que existen modelos que incorporan baterías para suplir el suministro cuando falla completamente”, agregó.
En ambientes profesionales, señaló como indispensable contratar servicios especializados de almacenamiento cuando el volumen lo requiera. “Cuando el procesamiento de datos y su almacenamiento sea uno de los patrimonios más importantes y la razón de existencia de una compañía o institución, lo recomendable es demandar servicios externos de almacenamiento con empresas que gocen de prestigio en la industria”.
Atassi dejó saber que las empresas contratantes no sólo tercerizan una tarea que les permite concentrase en el corazón del negocio, sino que resguardan la data en un espacio físico distinto a la empresa o con la protección física adecuada para ser recuperada después de una posible eventualidad natural.
Se refirió a casos de construcción de centros de datos o salas de redes. El especialista recomendó el uso de estructuras antisísmicas especialmente diseñadas para alojar servidores y equipos de cómputo. “Para empresas ubicadas en sitios geográficos con actividades telúricas, vientos fuertes, aluviones e inclusive huracanes, es imperativo asegurar todos los servidores y equipos de TI -o los más valiosos- en racks o gabinetes especializados”.
Señaló que existen instituciones en la industria que certifican que las estructuras cumplen con estándares de seguridad y en el caso de los racks se refirió a las normas NEBS (Network Equipment-Building Systems) de Zona Sísmica 4. “Los gabinetes que cumplen con estas especificaciones aportan la resistencia y rigidez adecuadas para permanecer intactas ante vibraciones y movimientos bruscos o extremos”.
Atassi remarcó la importancia de tener vigentes pólizas de seguro e inclusive contratar coberturas amplias o especializadas. “En la medida de que los presupuestos empresariales lo permitan, escoger planes de seguridad lo suficientemente amplios para que abarquen daños producidos por estos fenómenos naturales y sus posibles fallas eléctricas”.
Además mencionó, refiriéndose a instituciones con numerosos bienes físicos y recursos tecnológicos, que será más fácil y expedito hacer valer las pólizas si se mantienen los registros de bienes (susceptibles de ser reportados) permanentemente actualizados.
En casos de lluvias prolongadas o tormentas, explicó que es preferible mantener operativo sólo lo esencial. “Es una estrategia simple, de evaluación y acción rápida en la que debemos desconectar lo que no sea vital y destinar los equipos de protección y respaldo más efectivos a aquellos que por su naturaleza deban seguir trabajando durante el tiempo crítico que perdure la falla”.
Si el problema persiste, o la restitución del servicio eléctrico no se hará de inmediato por inconvenientes más severos, Atassi prescribió el uso de inversores. “En cualquier ambiente, pero especialmente en los empresariales con sistemas de TI críticos que deben permanecer en funcionamiento, una alternativa es proveer energía con una fuente de corriente con ayuda de un inversor que son dispositivos que convierten energía conservada en una batería en corriente alterna (CA) que es la que usamos cotidianamente”.
Para finalizar, el ejecutivo de Tripp Lite explicó que las recomendaciones son válidas para cualquier época del año. “Aunque anualmente somos advertidos por los pronosticadores del tiempo sobre el acercamiento de temporadas de lluvias, hay otros fenómenos inesperados, como consecuencias del calentamiento global y el cambio climático, que no pueden ser advertidos y sobre los cuales debemos permanecer atentos tomando previsiones”, puntualizó Atassi.
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