La Secretaria de Cultos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) reitera su propuesta de celebración de una conferencia de la dirigencia de esa organización para abordar temas relativos a constantes discusiones fuera de tono entre dirigentes, ataques personales, violaciones de normas de conducta en el PLD, acusaciones y contraacusaciones fuera de los organismos.
Francisco Cruz Pascual, titular de la Secretaría de Cultos, considera que en el encuentro sugerido se abordaría el deterioro de la confraternidad y armonía entre dirigentes de todos los niveles partidarios.
“Nuestro llamado de alerta lo hicimos hace nueve meses, mediante una comunicación dirigida al Comité Político del PLD, usando a la Comisión Nacional Electoral estatutariamente y en ese momento, como canal para hacer llegar dicha propuesta al organismo de máxima dirección política del PLD” se precisa en la nota que firman Francisco Cruz Pascual , titular de la Secretaria, y los subsecretarios Aquilina Alcéquiez, Dionisio Ditrén, Mario Holguín, Antonio Vargas, Félix Antonio Gálvez, Juan Ramón Cruz , Carmen Tavarez y Roberto Lafontaine.
Están proponiendo la: “Conferencia Juan Bosch, por la Vigencia y Consolidación de la Confraternidad Peledeísta.”, con jurisdicción nacional y que pudiera abarcar los comités de seccionales del partido morado en el exterior.
“Quienes integramos este órgano de trabajo especializado abordando temas de religiosidad y espirituales, con muchos años de militancia partidaria, queremos recordar que desde sus inicios el PLD se ha ocupado de promover la unidad interna, el respeto a las decisiones de mayoría, sobre las de minoría apegados a la mística y a la teoría boschista y advertimos que nuestra imagen de unidad interna se venía resquebrajando en los últimos años y que comenzaba a desprestigiar la imagen pública de nuestra organización” se precisa en la nota que la Secretaría de Comunicaciones del PLD divulga mediante un despacho de prensa.
Explican que vienen observando la forma incorrecta de encausar contradicciones internas, normales en la democracia, que anidan odios y distanciamientos que pudieran generar en verdaderas situaciones lamentables en los próximos años e incluso en la escogencia de los bufetes directivo del Congreso y las Salas Capitulares.