“El viento me da…me lleva el sombrero…me alborota el pelo y me hace pensar…/Que tú para mi eres un consuelo…eso es lo que quiero y no sufrir más…/Es que cada vez que voy al malecón…sorprende un ventarrón para acordarme de ti…” y por ahí prosigue hasta que llega el reclamo del coro “Viento túmbame el sombrero…tráeme más recuerdos…”
Escuchaba ese tema del Gran Combo del Ayer, como lo hago habitualmente en mi casa del campo, antes de imbuirme en la tarea de seleccionar las informaciones más importantes de la semana para el compendio que presentamos los domingos en Toque Final, y justamente concluía en que los vientos llegados desde el exterior fueron más trascedentes que los
hechos nacionales en el debate noticioso.
La coctelera local la movieron un poco algunos temas: la aparición de un nuevo jefe policial en Santiago, hablando y actuando como lo quiere una parte de la sociedad desbordada por la delincuencia; los enfoques sobre el proyectado pacto fiscal; la inauguración del nuevo palacio municipal de Santo Domingo Este, como último legado del asesinado alcalde Juan de los Santos, y las especulaciones sobre potenciales conflictos internos en el PLD a propósito de la conformación de los nuevos bufetes del Senado y la Cámara de Diputados.
Pero nada de eso despertó mayor atención que el referéndum convocado por el Reino Unido para decidir si dejaba o no de pertenecer a la Unión Europea, el mayor desafío que haya enfrentado ese bloque y una gran amenaza para orden económico y social con el que el mundo ha pretendido evitar una tercera conflagración mundial. Lo peor es que independientemente de los resultados, no se contarían ganancias.
Ese tema encontró un competidor mayor, el fin del conflicto armado en Colombia entre las FARC y el Gobierno, en un pacto que se suscribió en La Habana y entre cuyos testigos estuvo el presidente Danilo Medina, presidente Pro Tempore del CELAC; junto al mandatario que tiene la peor situación del momento, Nicolás Maduro; el presidente anfitrión, Raúl Castro; la presidenta de Chile, Michel Bachelet; el gran protagonista, Juan Manuel Santos, el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, conformándose 60 delegaciones internacionales y diez misiones multilaterales. No cabe duda de que se trata de un acontecimiento histórico.
Pero esta semana se celebró en Washington la reunión en la que el Consejo Permanente de la OEA, conoció el informe de los ex-presidentes designados por UNASUR para mediar en la crisis venezolana: José Luis Rodríguez Zapatero; Martin Torrijos y Leonel Fernández, quien no acudió al encuentro. Además de los fogonazos entre el secretario general de la OEA y la canciller venezolana, Argentina propuso que OEA se incorporara a la mediación y fue rechazado por Venezuela. Lo concreto: se seguirá dialogando, mientras la gente muere por falta de medicamentos y de alimentos.
Se produce entonces otra información de mucho impacto, el empate entre los jueces del supremo de los Estados Unidos, que ha dejado bloqueada la reforma migratoria del presidente Barack Obama, que ante la falta de apoyo congresual adoptó una orden ejecutiva que fue recurrida en 26 Estados, y objetada por una Corte, que ante indecisión en la Suprema, se aplica la sentencia anterior. En resumen los cinco millones de ilegales quedan frustrados.
Para colmo se mete un nuevo sujeto en un cine en Alemania a disparar a mansalva…