SANTO DOMINGO, 28 de junio de 2016 –Un total de 69 millones de niños menores de cinco años morirán debido a causas que en su mayoría se pueden evitar, 167 millones de niños vivirán en la pobreza y 750 millones de mujeres se habrán casado siendo aún niñas en el 2030, a menos que el mundo concentre sus esfuerzos en la situación de los niños más desfavorecidos, según un informe publicado hoy por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
El Estado Mundial de la Infancia, el principal informe anual de UNICEF, describe un panorama desolador sobre lo que les espera a los niños más pobres del mundo si los gobiernos, los donantes, las empresas y las organizaciones internacionales no aceleran los esfuerzos para solucionar sus necesidades.
El informe señala que se han logrado progresos considerables en la tarea de salvar las vidas de los niños y de lograr que vayan a la escuela, así como de sacar a mucha gente de la pobreza. Las tasas mundiales de mortalidad de menores de cinco años se han reducido a más de la mitad desde 1990, los niños y niñas asisten a la escuela primaria en un pie de igualdad en 129 países y el número de personas que viven en la extrema pobreza en todo el mundo es casi la mitad de lo que ocurría en la década de 1990.
Pero este progreso no ha sido uniforme ni justo, dice la publicación. Los niños más pobres tienen el doble de probabilidades que los más ricos de morir antes de cumplir cinco años y de sufrir desnutrición crónica.
“Una oportunidad justa para cada niño en República Dominicana”
“República Dominicana está dando importantes pasos para reducir las inequidades de niños y niñas, sin embargo aún existen muchos desafíos para ofrecerles a todos una oportunidad justa; son los más pobres los que acumulan mayor mortalidad, mayor abandono escolar, menor registro de nacimiento, mayor embarazo adolecente y mayor número de uniones tempranas”, afirmó Rosa Elcarte, representante de UNICEF.
La tasa de mortalidad neonatal en la República Dominicana es de 25 por cada 1,000 recién nacidos vivos. Es casi la más alta de América Latina, solo Haití y Guyana la superan.
Cada día mueren 13 bebés antes de tener 28 días de nacidos por causas que en el 80% son evitables.
La probabilidad de un niño pobre morir antes de los 5 años (39 por mil nacidos vivos) es casi el doble que la de un niño rico (21 por mil nacidos vivos).
En el ámbito educativo, el 26.8% de los niños más pobres están fuera de la escuela secundaria y sin embargo de los más ricos el 4,3%.
Por otro lado, el 12% de los niños y niñas menores de 5 años no están inscritos en el Registro de Nacimiento, esto representa más de 175,300 niños y niñas.
Mientras casi todos los niños y niñas más ricos, menores de cinco años, tienen registro de nacimiento (98,3%), el 27,5% de los más pobres no están inscritos.
Más de 721,000 niños y niñas de 1 a 14 años sufren agresiones sicológicas o castigos físicos en sus hogares. Esto representa el 62,9% del total de los niños y niñas que viven en República Dominicana. Llamativamente no se observan diferencias significativas entre ricos y pobres o rurales y urbanos, debido a que el problema se debe fundamentalmente a patrones socioculturales.
En cuanto al embarazo en adolescentes, 1 de cada 5 adolescentes entre 15 y 19 ha estado o está embarazada (199,580).
En las adolescentes más pobre el porcentaje de embarazadas es (41,10%) 10 veces más alto que en las más ricas (4.70%). Por otro lado, el 2.1% (20,588) de niñas de 10 a 14 años ya han tenido un hijo.
El porcentaje de niñas casadas o unidas antes de cumplir 15 años de edad en República Dominicana es de 11,70%, superior a la media latinoamericana (5%) y antes de los 18 años es de 37,10%, en América Latina es 23%.
El matrimonio adolescente está íntimamente ligado a la pobreza en República Dominicana. El 58,60% de las niñas más pobres están casadas o unidas antes de los 18 años, mientras que el porcentaje de las niñas más ricas es de 18,40%.
Las uniones tempranas condicionan el desarrollo de las niñas, las exponen a la violencia, el abuso y el embarazo adolescente y perpetúan el círculo de la pobreza intergeneracional.
Para acabar con las inequidades se debe conocer quiénes son y dónde están los niños y las niñas que estamos dejando atrás, aumentar la inversión en la infancia y focalizar esta inversión en políticas, planes y programas que favorezcan a los niños y las niñas más pobres.
Al concluir la presentación, Rosa Elcarte afirmó que la responsabilidad no es solo del Gobierno y de los organismos que trabajan los temas de niñez, por lo que llamó a las comunidades, las familias y los propios niños, niñas y adolescentes a tener una participación activa para mejorar la equidad y especialmente para promover cambios socioculturales para ofrecer una oportunidad justa a todos los niños en el país.
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En UNICEF promovemos los derechos y el bienestar de todos los niños, niñas y adolescentes en todo lo que hacemos. Junto a nuestros aliados, trabajamos en 190 países y territorios para transformar este compromiso en acciones prácticas que beneficien a todos los niños, centrando especialmente nuestros esfuerzos en llegar a los más vulnerables y excluidos, en todo el mundo. Para obtener más información sobre UNICEF y su labor, visite: www.unicef.org/republicadominicana