Dacca, 2 jul (PL) Al menos 28 personas murieron, 20 de ellos rehenes, tras un asalto de extremistas islámicos contra un restaurante en esta capital, donde se atrincheraron durante 11 horas, informó hoy el Ejército de Bangladesh.
Recuperamos los cadáveres de 20 personas asesinadas anoche con armas blancas, explicó en conferencia de prensa el brigadier Nayeem Ashfaq Chowdhury.
Otros 13 rehenes, entre ellos un japonés y dos esrilanqueses, fueron rescatados con vida tras la operación lanzada por las fuerzas de seguridad a las 07:40 hora local de este sábado, subrayó.
En 12 minutos nuestras unidades fueron capaces de neutralizar a los siete terroristas, seis de los cuales murieron durante el choque y el otro fue capturado, manifestó.
Los que podían recitar un verso del Corán se salvaron, otros fueron torturados hasta la muerte, relató al diario The Daily Star Rezaul Karim, según le contó su hijo Karim Hasnatde, quien fue secuestrado por los islamistas.
Sumon Reza, un cocinero del restaurante, logró escapar y narró cómo los extremistas entraron a punta de pistolas al lugar mientras gritaban Allah Akbar (Dios es grande).
Las autoridades informaron que también dos policías perdieron la vida en los enfrentamientos posteriores al ataque de los radicales anoche al restaurante español, ubicado en la zona diplomática de Gulshan.
Por su parte, la primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, condenó la matanza de los civiles y prometió erradicar a los grupos "extremistas violentos" del territorio nacional.
"Fue un acto muy atroz. ¿Qué clase de musulmanes son estas personas? No tienen ninguna religión", aseguró en un discurso televisado a la nación.
La forma en que mataron a esas personas es intolerable. No tienen ninguna religión (…) el terrorismo es su religión", recalcó Hasina, flanqueada por el jefe del Ejército, general Abu Mohamed Belal Shafiul Huq.
Según SITE, una organización que monitorea las actividades terroristas, el Estado Islámico se adjudicó a través de Internet la autoría del ataque.
Bangladesh, con una población de 160 millones de habitantes, sufre una ola de violencia sin precedente por parte de grupos islamistas contra homosexuales, extranjeros, críticos del radicalismo y miembros de minorías religiosas, que ha causado más de 30 muertos en casi dos años.