El presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), Rafael Blanco Canto, hizo fuertes declaraciones durante un almuerzo en la Cámara Americana de Comercio, planteó la necesidad de leyes que garanticen la funcionalidad del país, tomando en cuenta el pasado proceso eleccionario, al calificarlo de que en materia electoral la República Dominicana colapsó.
Blanco Canto propuso cuatro puntos fundamentales con los que se puede impulsar y garantizar un sistema democrático sano para que el estado de derecho fortalezca la institucionalidad. Entre esos puntos están la aprobación de una nueva Ley Electoral, Ley de Partidos Políticos, así como una Ley de Responsabilidad Fiscal, plena independencia y fortalecimiento de la Cámara de Cuentas, Junta Central Electoral, Suprema Corte de Justicia, Tribunal Superior Electoral y Constitucional.
La preocupación del presidente del CONEP recoge el sentir de la mayoría de los dominicanos y dominicanas en el aspecto interno de las organizaciones partidarias, al decir que en el recién acontecimiento interno de los partidos, demostraron que no están en capacidad de arbitrar un certamen electivo, como por ejemplo la mayoría de los candidatos fueron escogidos de dedo, no democráticamente, y en el caso del PLD le cercenó la posibilidad a sus dirigentes de aspirar, elegir o ser elegido, por el acuerdo Danilo-Leonel de reelección por reelección.
El secretario general del caudillaje morado, Reinaldo Pared Pérez, en una actitud muy poco democrática, emborrachada de prepotencia y arrogancia, calificó de “tremendista” la posición responsable del representante del Empresariado Privado Dominicano, Rafael Blanco Canto, porque aseguró que el sistema electoral del país ha colapsado.
Si estas declaraciones hubiesen sido en medio de las pasadas elecciones tal vez “Reinaldo Arrogancia Pared” tendría un poquito de razón, y cuestionáramos al señor Canto y al conglomerado empresarial que él representa, pero cuando revisamos la historia nos damos cuenta que ya para 1978 el CONEP había fijado una postura igual, cuando al borde de una crisis electoral que pudo convertirse en una acontecimiento nefasto para nuestra nación, y un comunicado de esta organización contribuyó a detenerlo.
Creo que es al presidente Danilo Medina y su gobierno los que más le conviene que se produzcan en estos momentos las reformas en cuestión, por las aspiraciones que tiene como mandatario con el estado, para así organizar a lo que yo le llamo “letrina de país”, sin importar que tengan coyunturalmente todo el poderío. Lo que hoy le favorece mañana le puede perjudicar, se lo digo porque este es un país muy sui géneris. El que hoy está arriba mañana está abajo y viceversa. El Partido de la Liberación Dominicana tiene referentes muy recientes de miembros de esa corporación política que hubieron momentos en los que tenían todo el poder y hoy no están presos porque en materia judicial la patria de Duarte, Sánchez y Mella no funciona, y también porque antes de salir de los cargos se las arreglaron dejando jueces que respondan a sus intereses, de lo contrario estuvieran tras las rejas por corruptos o extraditados por los casos de Arturo del Tiempo Márquez, Figueroa Agosto, Toño Leña, Quirino Ernesto Paulino Castillo, entre otros…