Desde hace mucho (desde los tiempos de la redefinición postrujillista) esperábamos que el alto empresariado hablara siempre alto frente a un aparato político que empezó a deteriorarse desde su nacimiento. Desde la fundación misma del CONEP esperábamos que la clase hegemónica del Sistema (su Sistema) exigiera la corrección del errático rumbo de esta “democracia” (valgan las comillas remarcadas). Desde hace mucho (medio siglo, pues) este país esperaba un discurso como el de Rafael Blanco Canto…Y ahora el país espera (ojalá que la espera no sea muy larga), que el compromiso anunciado se convierta en acción cotidiana.