El equipo examinó más de 150 mil documentos gubernamentales, incluyendo la correspondencia privada de Blair con el entonces presidente estadounidense George W. Bush, así como informes de inteligencia que sirvieron para justificar la invasión con argumentos erróneos como el de la supuesta existencia en Iraq de armas de destrucción masiva.
Londres, 6 jul (PL) Tras siete años de investigaciones una comisión británica que evaluó el papel del gobierno de Reino Unido en la guerra contra Iraq iniciada en 2003 publicó hoy un informe que condena la actuación del ex primer ministro Tony Blair.
El denominado informe Chilcot, conocido así en referencia a quien presidió dicho estudio, concluyó que Londres "no agotó todas las opciones pacíficas" antes de involucrar sus tropas en la invasión a esa nación árabe.
John Chilcot presentó este miércoles en el Centro de Convenciones Queen Elizabeth II de esta capital el reporte, que consta de 12 volúmenes y un total de 2,6 millones de palabras, el cual fue entregado al actual primer ministro, David Cameron, y está disponible en la página web de The Iraq Inquiry.
El presidente de la comisión recordó a los más de 251 mil muertos como consecuencia de ese conflicto, entre ellos 179 soldados británicos, y subrayó que Estados Unidos y Reino Unido burlaron la autoridad del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), al promover la agresión militar sin agotarse las alternativas pacíficas.
El equipo examinó más de 150 mil documentos gubernamentales, incluyendo la correspondencia privada de Blair con el entonces presidente estadounidense George W. Bush, así como informes de inteligencia que sirvieron para justificar la invasión con argumentos erróneos como el de la supuesta existencia en Iraq de armas de destrucción masiva.
Contó además con el testimonio de unas 120 personas, entre ellas el propio Blair, su sucesor Gordon Brown, así como de ministros y altos mandos militares y de los servicios especiales.
En 2009, en medio de críticas sobre el papel de Reino Unido en ese conflicto, Brown encargó esa investigación de lo ocurrido, con el propósito de esclarecer la base legal existente en 2003 para la invasión, aunque se estableció que sobre la base del informe no se podrán presentar cargos criminales.
Las investigaciones terminaron en 2011 y por la demora en la publicación del informe, el 13 de agosto de 2015 las familias de 29 de los soldados británicos muertos en la guerra anunciaron que demandarían a Chilcot si antes de fin de año no fijaba una fecha para publicarlo.
El 4 en octubre de 2015, Chilcot anunció que, debido al elevado volumen de material sensible, se retrasaría la presentación del reporte hasta julio de 2016.
En octubre del pasado año, Blair pidió disculpas por su papel en la guerra de Iraq y por utilizar información de inteligencia errónea, así como reconoció su incapacidad para prever el caos que se desataría al derrocar al gobierno iraquí, lo cual contribuyó a la aparición del grupo terrorista Estado Islámico.
En el Informe Chilcot se señala que al decidir el envío de más de 30 mil soldados a una guerra contra un país soberano, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, Blair obvió que esa invasión, liderada por Estados Unidos, no era el último recurso, fracasó en lograr sus objetivos y subestimó sus consecuencia