Como lo pidió en un discurso de campaña, Danilo Medina tiene su Congreso; con tanta amplitud que puede aprobar o desaprobar las leyes que quiera, incluyendo modificar la Constitución otra vez para intentar mantenerse en el poder durante el periodo 2020-2024, pues no ha sido juramentado para el 2016-2020, cuando ya está en campaña saltando charcos y regalando el dinero del Estado como si fuera suyo.
La mayoría obtenida en la contienda electoral se la otorgó la Junta Central Electoral que permitió todas las barbaridades comprobadas por los organismos nacionales y extranjeros que observaron el proceso de votación y escrutinio. El fraude fue como nunca antes en la historia.
La JCE le “robó” a la oposición entre 12 y 14 senadores con los escáneres, los “ceros” y los palitos, falsificación de datos, boletas marcadas, urnas con boletas, etc. Todo para regalarle a Danilo “su Congreso” de tal manera que queda, nueva vez, dirigir los llamados poderes del Estado.
Ahora si es verdad que Danilo es “Ley, Batuta y Constitución”.
Es el dueño del país. En sus manos está la suerte de todos los habitantes del pedazo de tierra que eufemísticamente llamamos país, pero que en realidad es una aldea distribuida entre los caciques que integran el Comité Político del PLD, maquinaria electoral experta en comprar o robarse las elecciones cada cuatro años.
El Congreso está integrado en su mayoría por marionetas que se complacerán en aprobar sin chistar todo cuanto le convenga al Jefe. Por lo tanto, no habrá controle, criticas, ni oposición fuerte que se niegue las apetencias del grupo enquistado en el poder. (Muchos “honorables” legisladores reciben las migajas del pastel del Estado en efectivo o en especie)
Se aprobará la ley de partidos que le interese y convenga a Danilo; se modificará la ley electoral en función de los intereses de Danilo, se escogerán los jueces de la JCE y el TSE que garanticen la continuidad de Danilo y e l PLD en el poder; se elegirán los jueces de las Altas Cortes que actúen como peleles frente a Danilo; se buscaran hombres y mujeres cercanos al gobierno para la Cámara de Cuentas y otros órganos reguladores para que no hagan nada.
Para eso Danilo quería su Congreso. Para eso lo tiene. No se lo dieron los votos, se lo dio la JCE permitiendo y patrocinando el fraude electoral con los escáneres, alterando las actas, permitiendo la compra masiva de cédulas, la repartición de dinero y el uso desmedido de los medios de comunicación.
Se aprobaran nuevos préstamos continuando el endeudamiento externo irresponsable; el tráfico de influencia, la corrupción y la impunidad estarán garantizados por una justicia parcial y corrupta.
Me imagino a los funcionarios del gobierno diciendo que el “pueblo pide cuatro años más” para Danilo, que de nuevo guardará silencio para al final “sacrificarse” y aceptar modificar la Constitución para otra reelección. ¡Y su Congreso lo complacerá!
Danilo tiene su Congreso y su Prensa. No habrá problemas.
Su hermana es la presidente de la Cámara de Diputados y Reinaldo Pared Pérez (Pechito), que es más que su hermano, presidirá, por novena vez, como si no hubiera más senadores, el Senado.
Muerta y sepultada la democracia, como lo ratificó la última reunión del Comité Político del PLD, en el país, se harán las cosas que Danilo diga o quiera.
Así será a menos que la oposición haga su papel.