SANTIAGO.-Ambientalistas y residentes en la comunidad Palo Quemado, enclavada en la cordillera Septentrional, denunciaron que los ríos de esa zona son represados y utilizan sus aguas para facilitar la búsqueda de ámbar en el área, al tiempo que depredan las áreas boscosas.
El coordinador de la Fundación Acción Verde, Nelson Bautista, hablando en representación de los denunciantes, aseguró que, como consecuencia de esa práctica, por primera vez en 10 años el río Jacagua no circuló normalmente desde febrero del 2015 hasta marzo de este año.
Mientras que residentes en Palo Quemado, próximo a la carretera Luperón, explicaron que todas las noches en los ríos Jacagua, San Francisco y Gurabo, que nacen en la cordillera Septentrional, muchas personas penetran a esas zonas con equipos pesados en busca de ámbar.
El río Jacagua confluye con el San Francisco, en las inmediaciones de Santiago Viejo, y desembocadura se produce en la vertiente norte del río Yaque, en la comunidad El Ingenio, realizando un recorrido de aproximadamente 9 kilómetros.
“Esas zonas tienen años que son depredadas por la ganadería y la minería con extracciones furtivas y organizadas con gente que ha hecho inversiones millonarias con la compra de terrenos y usan equipos mecánicos”, explicó Bautista.
El ambientalista dijo que esas fuentes hídricas, junto a pequeños manantiales que suplen como afluentes, son retenidas y usan sus aguas para acondicionar la tierra y facilitar la extracción de ámbar.
“Hay precedentes con el río Gurabo que, cuando llueve fuerte, esas presas de tierra ceden y lo que se produce es un deslave como si fuera un desprendimiento grandísimo”, señaló Bautista.
Explicó que la Fundación Saltadero está en proceso de intervenir la cuenca del río Jacagua con militares asignados al área protegida, que se comparte con el parque Botánico profesor Eugenio de Jesús Marcano, ya que se consiguieron motocicletas aptas para el patrullaje de lomas.
Recordó que también existe un proyecto llamado “Sembrando Agua Buena”, de la Asociación para el Desarrollo (APEDI), los ministerios de Medio Ambiente y Energía y Minas, que buscan organizar y reforestar.
“Sin embargo, la parte de vigilancia para impedir que continúen con el proceso es la parte mas débil, Medio Ambiente no cuenta con los recursos, ni el personal y muchas veces no hay la constancia para darle seguimiento a ese tema”, agregó.
Mientras que residentes en Palo Quemado y que prefieren no ofrecer sus nombres dicen que noche tras noche retroexcavadoras inician sus labores en las proximidades del río Jacagua con la única finalidad de extraer ámbar.