El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, ingeniero Temístocles Montás, consideró este miércoles que diez años después de la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio de Estados Unidos con Centroamérica y República Dominicana (DR-CAFTA), el gran desafío que enfrenta el país es el proceso de desgravación parcial o total que se generará a partir de ahora y que afectará productos de origen agropecuario vinculados a la canasta alimenticia básica y sus posibles impactos en los sectores productivos.
Al pronunciar el discurso inaugural del seminario “Evaluación y Retos del DR-CAFTA”, donde se dio a conocer el estudio “Evaluación del Desempeño Comercial y Retos Futuros en el DR-CAFTA a los 10 años de su Firma”, celebrado en el Palacio Nacional, Montás afirmó que República Dominicana tuvo “luces” y “sombras” en el aprovechamiento de los beneficios del DR-CAFTA, por lo que ahora lo importante es preparar a todos los sectores del país para sacar mejores ventajas del tratado.
Dentro de las “luces”, el titular del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) dijo que “se evidencia un cambio importante en la matriz exportadora, siendo ésta ahora más diversificada y menos dependiente en productos textiles, así como el logro de un mayor dinamismo exportador en una serie de productos específicos”.
No obstante, Montás reconoció que se verifica una importante reducción en las exportaciones de productos textiles durante los años de vigencia del acuerdo, pero se puede apreciar a la vez un incremento no menos importante en las exportaciones de algunos productos industriales, agroindustriales y agropecuarios.
Apuntó que desde la implementación del DR-CAFTA, la República Dominicana ha sido más exitosa, en términos relativos, en mejorar el clima de negocios, lo que se comprueba al registrar que Guatemala y República Dominicana reflejan las mayores mejorías en el ranking del “Doing Business” (Clima de Negocios) del Banco Mundial.
En lo relativo a las “sombras”, Montás reconoció que sin dudas los países centroamericanos participantes en el DR-CAFTA han aprovechado mejor los beneficios de la apertura si se aprecia por el acceso comercial al mercado norteamericano, recoge una nota de la Unidad de Comunicaciones del MEPyD.
Para demostrar el dato, el Ministro dijo que “entre el 2005 y el 2013, la tasa de crecimiento promedio anual de las exportaciones de los países del DR-CAFTA a los Estados Unidos fue de 8.3% promedio, liderados por Costa Rica con un 16% y Nicaragua con un 11%. A estos le siguen Guatemala con 3.7%, El Salvador 2.6% y Honduras 2.5%. Sin embargo la tasa de crecimiento para la República Dominicana fue negativa,-0.9%”.
Aclaró que a pesar de que gran parte de esa pérdida de dinamismo se debe “a la gran caída de las exportaciones textiles de zonas francas a consecuencia de la eliminación del acuerdo de multifibras y la entrada de China al mercado, la realidad es que Centroamérica ha tomado mayor ventaja económica y competitiva que la República Dominicana de este Acuerdo”.
Montás dijo que con la diversificación de las exportaciones, el país dispone ya de algunos “productos agrícolas y agroindustriales de exportación considerados altamente competitivos que podrían incrementar sustancialmente su participación en el mercado siempre que cuenten con los apoyos y las estrategias público-privadas que contribuyan a su desarrollo (frutas, vegetales, banana, cacao, calzado y cigarro entre otros)”.
Dijo que para fortalecer esa posibilidad, República Dominicana dispone de una entidad de financiamiento especializada en las exportaciones que puede jugar un papel de singular importancia en el soporte a aquellos sectores y productos que se definan como estratégicos y líderes en el mercado de exportación dentro y fuera de la región.
“Debemos profundizar el desarrollo de asociaciones de productores, clústeres, cooperativas, consorcios de exportación u otros arreglos que contribuyan al aprovechamiento de economías de escala y programas de mejorías de calidad de producción exportable”, apuntó el Ministro.
En el evento participaron representantes del sector industrial, agropecuario y comercial, así como el ministro de Agricultura, Ángel Estévez; el Director del CEI-RD, Jain Alan Rodríguez; la Vicepresidenta ejecutiva de la Asiciación de Industrias, Circe Almanzar; Osmar Benitez, de la Junta Agroempresarial Dominicana; José Manuel Torres, Vicepresidente de la Asociación Dominicana de Zonas Francas (ADOZONA); José Manuel Vega, Vicepresidente de la Asociación Dominicana de Exportadores (ADOEXPO) y la licenciada Circe Almánzar, Vicepresidenta Ejecutiva de la Asociación de Industrias de República Dominicana.
Al ponderar la importancia del estudio dado a conocer, Montás dijo que el MEPyD cumple con su misión “si a partir de esta iniciativa podemos lograr el desarrollo de mesas de trabajo y concertación de los diferentes sectores y actividades productivas de donde se deriven acuerdos y propuestas concretas que al enfrentar los retos que nos impone el DR CAFTA, nos permita diseñar una amplia y efectiva estrategia de exportaciones e inserción eficiente, inteligente y competitiva en el mercado internacional”.
“Ha llegado el momento para el desarrollo de un conjunto de consensos y programas de acción que den un tratamiento diferenciado a los sectores, productos y oportunidades de negocios que mayormente puedan significar una inserción inteligente, competitiva y agresiva en el mercado regional”, expuso Montás ante los asistentes al seminario.
Reveló que el estudio hace recomendaciones puntuales para un mejor aprovechamiento del DR-CAFTA, entre las que se destacan algunas acciones que están en ejecución por parte del gobierno de Danilo Medina.
Entre estas acciones citó el censo agropecuario y el desarrollo de programas focalizados de ayuda a los productores y a los planes de diversificación agrícola como lo es Programa de Reconversión Productiva de la Provincia de San Juan, con el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Montás recordó que en el año 2003 la República Dominicana se adhirió al proceso de negociación para el establecimiento del tratado de libre comercio entre los cinco países de Centroamérica y los Estados Unidos de América, que culminó el 5 de agosto del 2004 con la suscripción del DR-CAFTA que fue puesto en vigencia el 1° de marzo del 2006 para varios países de la región y un año más tarde para República Dominicana.
“Considerado como un Tratado moderno e innovador, el DR-CAFTA al mismo tiempo ha resultado complejo y árido para los operadores de comercio, puesto que el mismo ha incorporado una serie de normas que regulan temas variados tales como el acceso a los mercados, comercio de servicios, derechos relacionados con la propiedad intelectual y cuestiones laborales y ambientales, entre otros”, destacó Montás.
Consideró que el Estudio ayuda a identificar cuáles son los principales desafíos que como nación “tenemos por delante para amortiguar los efectos negativos de la apertura comercial y desgravación arancelaria, pero también para definir los planes, programas y estrategias que debemos impulsar para el logro de un óptimo aprovechamiento de los beneficios derivados del Acuerdo”.
Montás reconoció que el estudio contó con motivadores entusiastas, entre los que citó al empresario Félix García, quien hizo hincapié sobre “el pobre desempeño que habíamos tenido como país dentro del contexto del DR CAFTA en comparación con los demás países de la región y la participación absoluta y relativa en el mercado de exportación de bienes y servicios a nuestro principal cliente, los Estados Unidos de América”.