La confusión prevalece en Turquía en medio del intento de golpe de Estado. Una versiòn indica que su presidente Erdogan se habría asilado en Alemania o en Inglaterra y otra asegura que un avión derribó un heliciptero donde viajaban los militares que lideraban el golpe.
La población ha desoído la decretada ley marcial y ha tomado las calles atendiendo al llamado de Erdogan. Cientos rodean los tanques y otros vehículos militares que recorren las ciudades de Ankata y Estambul.
La televisión difunde imágenes de las incidencias, se escuchan tiroteos y se ve a la gente tirarse al suelo para evitar ser impactado por las balas.
Hay un informe de que tanques de guerra abrieron fuego contra la sede del Congreso Nacional y que lo mismo ocurrió con el edificio que aloja a los servicios de inteligencia civil.
Todas son versiones que los medios que la difunde admiten que no han logrado confirmarla debio al ambiente confuso y caótico que reina en esa nación.