En este país, casi siempre los viernes se produce un chiste del más grueso humor negro: “Es imposible pensar que las altas cortes no tengan representación del sector político (es decir, que sean independientes)…Es un sueño pretender que estos órganos, sobre todo los que tienen que ver con la cuestión electoral, no tengan cierto nivel de representación política (ergo, los dominicanos somos unos vulgares soñadores)…Las altas cortes no actúen bajo lineamientos políticos y, de revisar las decisiones en materia electoral, se encontrarán fallos a favor y en contra de los partidos” (El chistoso es César Pina Toribio).